miércoles, noviembre 22, 2006

Extrañando

Desperté con el silencio de la luz tenue del día nublado. El edredón cubre mi cuerpo desnudo que busca tu cuerpo inutilmente. Debí amanecer con tu pierna cruzada encima de las mías. Comencé a buscar entre las sábanas las pequeñas palabras y silencios antes de hacerte el amor por la mañana. Me mojé imaginando el contacto preciso de tus dedos que siempre encuentran el grito en mi garganta. Extrañé el olor de nuestros cuerpos mezclados. Me enredé el alma con la conexión de nuestras mentes y algo más que no sé nombrar aún. Se me olvidó por un instante que fue solo una idea el haberte encontrado.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Que difícil es tratar de olvidar a alguien que te hacia tan feliz, te entiendo y estoy en la misma frecuencia.... pero creo que la razón tiene que ir ganandole al corazón....

dijo...

y que tal cuando no estas segura siquiera si te hacia del todo feliz? cuando solamente era comodo?

Dharma dijo...

O tal vez lo difícil es la espera incierta.

Mond dijo...

Que lindos recuerdos, eso nos mantiene vivas y nos va mostrando lo que esperamos y lo que so#amos.

cuatropelos dijo...

Es odioso acostumbrarse a la maravillosa sensación de una nueva piel desnuda al contacto con la nuestra...pero es aún más odioso echarla de menos...