lunes, diciembre 08, 2008

En lunes

Hoy se me coló la tristeza por debajo de la lengua, sé que fue por ahí porque no había ningún otro lugar por donde pudiera entrar. Me estrujó el vientre desde donde escurrieron algunas gotas saladas.
Siento en el cuerpo la languidez de la tristeza, y tengo una pesadez en cada movimiento. Al respirar, el aire no llega a los pulmones, se atora en la garganta. No tengo ganas de nada o pensándolo bien, tal vez solo de una tarta de nuez.
Llegué a la oficina con desgano, no parece que es lunes, tampoco quiero que se vayan rápidos los días ni para que llegue el viernes. Tengo frío interno, de ese que normalmente se siente en las noches de invierno cuando se está en una cabaña en las montañas y afuera nieva. Las manos se mueven con dificultad por el teclado, no reconocen las letras, no saben cómo se hilan unas con otras para formar las palabras que escribo. El teléfono suena y en lugar de palabras e ideas coherentes oigo sonidos irreconocibles hasta que me concentro y reconozco alguna a la que puedo contestar con frases inconexas.
Hay días así, supongo. Hay días para añorar a futuro o para saber que el presente se escapa y pronto quedará en pasado. Me adelanto, sí, y es que reconozco la ausencia desde antes de que llegue. Tu presencia ha sido tan completa que sé que tu ausencia no dejará espacio para nada.

viernes, octubre 31, 2008

Un rato en un pub

Camino por las calles de una ciudad inglesa nueva para mí. Voy sintiendo como el ambiente inglés me va infiltrando. Me meto a un pub y tras dudar un segundo pido una Guiness. Un muchacho joven con los brazos todos tatuados, arracada en la oreja izquierda y que luego descubriré tiene un arete en la lengua, me voltea a ver con expresión de sorpresa y me pregunta de dónde soy.

Hace tres días que llegué a Inglaterra y es el primer momento que tengo para disfrutar el estar aquí y será el único: mañana regreso a México. Llegué el miércoles por la tarde al aeropuerto de Birmingham, para descubrir que el hotel no estaba en esa ciudad sino en Daventry a 50 millas de ahí. Llegué al hotel pasadas las 7 de la noche. Al abrir mi maleta descubrí que mi ropa había sido reempacada, en un principio pensé que algunas cosas habían sido extraídas, afortunadamente no faltó nada. Me di un regaderazo y me reuní a cenar con las personas de la empresa que ya habían llegado.

El día siguiente fue un día largo, conferencias todo el día y en la noche una cena de gala de la que me salí pasadas las 12. Después de contestar correos me acosté, no demasiado tarde, pero batalle para dormir. Pasé una mala noche, una combinación de mi insomnio recurrente y tal vez algo de jetlag. Después de otro día de conferencias y un traslado al aeropuerto de Birmingham, después de dejar las maletas en el hotel empiezo a disfrutar de esta noche de minivacaciones. Tomo un monorriel y luego un tren para llegar al centro de la ciudad.

Lo que para algunos puede ser una mala frase de introducción a mí me parece directa y me lleva a contestarle y seguir una conversación agradable y divertida con Gareth. A los pocos minutos llega su amigo Dave que había ido al baño. Los dos critican mi opción de Guiness, todo mundo dice que esa cerveza no sabe viajar. Al pedirla pensé que estando tan cerca de Irlanda habrá llegado bien: no es así. Esta pinta no tiene nada que ver con la que tomé hace ya un año. Les digo que ellos son los culpables por no decirme qué debo tomar.

Platicamos de lo que hacen: Dave maneja una “lorry” que es un camión semipesado, Gareth es taxista. Platicamos de distintos países en los que han estado y trabajado. De qué les gusta y qué no de ellos. Y aunque parece increíble, Dave dice que los franceses no saben comer. Pienso que a los ingleses se les altera el gusto desde que nacen, es la única forma de que sobrevivan su comida, de ahí que la francesa les parezca mala. No encuentro otra explicación. Gareth dice que le gusta la carne totalmente cocida, que no soporta verla roja y aunque ha experimentado cerrando los ojos, dice que sabe perfectamente cuando está mal cocida. Yo digo que un rost beef rojo al centro acompañada de raíz fuerte es lo único rescatable de la comida inglesa. Pienso que tal vez la gran diferencia entre vivir en Europa y en México es el acceso que cualquier trabajador tiene a empleos legales en todos los países de la Comunidad.

Cuando termino mi terrible Guiness, me preguntan qué tipo de cerveza quiero, les digo que prefiero una ámbar y me comentan de las opciones que tengo. Me aconsejan que pida solo media pinta para probar, así es como “se debe hacer”. Ellos insisten en pagar mi Whorthington. Platicamos de la fobia de Gareth a las arañas. Le cuento de mi amiga que toma las arañas patonas y se las pone en sus brazos y veo como literalmente se le paran los pelos de punta en sus brazos de sólo pensarlo. Al terminar mi cerveza, la cual resulta ser mucho mejor que la primera, salgo a buscar algo para cenar.

Camino hacia la estación de tren en busca de un restaurante indio que vi al llegar, no lo encuentro. En lugar me encuentro dos chinos con la carta pegada en la ventana en caracteres hanzi. Y esa es otra historia.

martes, septiembre 30, 2008

365 para 50

He empezado este post varias veces y no avanzo.

Hoy lo único que quiero decir es que disfruto de vivir lo que me toca vivir y disfruto de tener en mi vida a todos ustedes, a mi familia y a Cirrus.

sábado, septiembre 20, 2008

En la Condesa

Vivo en la misma zona desde que llegué a México. Primero del otro lado del Circuito Interior, donde el casero aseguraba era la misma colonia. Luego, cuando estuve casada, encima de una panadería que ya desapareció y desde hace varios años es una tienda de cosas raras y muebles. Ahora, a la vuelta de ese departamento, casi llegando a una calle con camellón.

Yo digo que el desarrollo de la Condesa comenzó con la Garufa. No sé si fue el primero, pero es el restaurante que yo recuerdo comenzó a poner mesas en la banqueta. Luego siguieron otros y cafés y neverías, fue después que iniciaron las tienditas de ropa, de cosas esotéricas y chunches diversas.

Me encanta que se haya desarrollado la zona, a pesar de que los cafecitos de barrio iniciales han sido desplazados por Starbucks y las panaderías por Krispy Kreme y similares. Hoy me di cuenta que también empiezan a poner tiendas de cadenas como GNC y otra de productos de belleza que no recuerdo el nombre. A cambio de eso tengo una tienda de productos orgánicos donde consigo tortillas hechas a mano y mermelada de lima elaborada con azúcar mascabado. También tengo a dónde ir a cenar caminando o pedir comida cuando no quiero salir de casa.

Hoy amaneció bastante nublado, igual la mañana estaba deliciosa para caminar un rato. Nos fuimos Cirrus y yo al mercado, a comprar unas cosas en la tienda orgánica y a sacar dinero del cajero. De regreso, veníamos muy contentas disfrutando la caminata y anticipando la visita que tendríamos hoy, cuando le pregunté a Cirrus por cuál calle quería regresar. Como ella no tuvo claro qué prefería, di la vuelta para pasar por mi vieja casa. Mientras vivimos ahí, mi entonces esposo rentó el departamento de al lado para poner su despacho, como la propiedad era una esquina, la entrada de éste era por otra calle, precisamente por la que caminaba.

Unos metros antes de llegar a la esquina vi que alguien abría la puerta del que fue el despacho. Pensé que se parecía al que fue mi marido, aunque el hombre se veía algo desgastado. A diez pasos de él tuve una sensación extraña y sin pensar pregunté.

- ¿Carlos?

- ¿Sí? - contestó al tiempo que subió la mirada, la cual hasta entonces mantenía en la llave. Se quedó mirándome esperando respuesta. Sin reconocerme.

- Soy Tramontana.

- Hola.

- ¿Cómo estás? -me acerqué y le di un beso.

- Bien. Estoy bien. -Dijo con un tono abatido y una pausa que me indicó que algo acababa de pasar de lo que aún no se había recuperado.

- No sabía que seguías aquí.

- Sí. La oficina. ¿Vives por aquí?

- Aqui a la vuelta.

- Ah.

Le pregunté por sus papás y sus hermanas. Me dijo que sus hermanas estaban bien y me contó que su papá murió en diciembre, su mamá hace apenas veinte días. Ahí fue cuando entendí ese “Bien. Estoy bien”.

El no me preguntó cómo estaba yo, ni siquiera saludó a Cirrus. Se despidió apresurado. Yo nuevamente me acerqué a darle un beso y medio lo abracé. Tal vez no lo vuelva a ver en otros veinte años, tal vez fue un último abrazo.

Caminé las dos cuadras para llegar a mi casa, elucubrando quién sería yo si siguiera casada. ¿Correspondería mi físico, mi vestimenta, mis ademanes, con lo que vi en él? Creo que si me encontrara con ella no me podría reconocer. Tal vez por eso él no pudo reconocer a la que soy hoy. Y pienso cómo tan solo dos cuadras resultan en vidas tan distantes.

jueves, septiembre 11, 2008

Llorar por uno

Hace mucho que no lloro, o más bien, hace mucho que no lloro por mí. Seguido lloro por algo que leo, al ver alguna película o al compartir dolores o alegrías con gente que quiero, pero no logro recordar cuándo fue la última vez que lloré por mí.

Hoy, al llegar de la oficina, abro el agua de la tina y mientras se llena bajo a Cirrus, acomodo cosas, hablo con mi mamá, me sirvo un vaso de vino.

Me meto a la tina y me voy relajando, siento como los músculos del cuello se acomodan diferente, me mojo la cara con el agua tibia, inesperadamanete surge un sollozo. Finalmente permito que salgan las lágrimas. Hoy hubo varios momentos en que estuve a punto de llorar y me contuve. No podía llegar a una reunión con los ojos rojos. Tampoco quise que en la oficina me vieran el rimel corrido o los labios hinchados.

Sobreviví el día, pero aqui, sumergida en el agua caliente con sales y espuma de lavanda lloro.

Trato de pensar qué es lo que me hace llorar. ¿Qué me duele? Fue un día con frustraciones y una sensación de abandono se infiltró en mí. No logro ponerle nombre a la sensación, sólo siento que me hace bien llorar.

domingo, septiembre 07, 2008

De escribir

“I find myself saying briefly and prosaically that it is much more important to be oneself than anything else. Do not dream of influencing other people, I would say, if I knew how to make it sound exalted.” – Virginia Woolf, A Room of One’s Own

Hoy mientras corría pensé en cuál es mi objetivo al escribir. Creo que básicamente busco transmitir mi visión, mi experiencia. Y me doy por bien servida cuando noto que alguien visualizó lo que traté de expresar. Significa que escogí correctamente las palabras para describir las imágenes y sensaciones que traté de plasmar.

A veces me sorprendo cuando percibo que provoqué algo que no esperaba. En ocasiones logro identificar la parte del texto que logró crear esa impresión, otras no puedo explicar qué sucedió. En esos casos no me queda mas que suponer que algo de mi inconsciente conectó con el otro inconsciente en un nivel al que no logro acceder.

Esta reflexión surgió de ver una entrevista con la autora del libro “Comer, rezar, amar”. Aunque no he leído este libro, sé que ha sido traducido a más de 30 idiomas y ha estado en la lista de más vendidos por un año. En la entrevista que vi, varias personas hablaron de la influencia que tuvo el libro en sus vidas. Lo que más me gustó de la autora, Elizabeth Gilbert, fue su actitud. Ella escuchó lo que decía cada persona pero nunca se adjudicó los cambios que ellos hicieron, ni las modificaciones en sus conductas que los llevaron a distintos lugares. Su actitud fue de serenidad, recato, lo que en inglés nombran “unassuming”: a ella no le correspondían los triunfos de los otros, se alegró por ellos pero no se responsabilizó de esos cambios.

Lo que yo interpreto de su actitud es que las reacciones que provocan las palabras que escribimos no nos pertenecen, como tampoco nos pertenecen las palabras ya escritas. Las palabras que escribimos dejan de ser nuestras cuando las mostramos a otros. Lo que hagan ellos con éstas es de ellos, nunca de los que escribimos.

martes, agosto 19, 2008

¿Cómo llegué aquí?

But for that matter, how did any of us get here, she almost asked, and she looked at the people around her. What eruptions had shaken them loose from earlier patterns of living, lifted them to the fearful brink of choice, only to deposit them at crossroads poorly marked. – Stones for Ibarra, Harriet Doerr

Yo siempre digo que me cuido y también digo que me sé cuidar. Trato de comer ordenadamente, tomo mis vitaminas diarias, hago ejercicio por lo menos tres veces por semana, trato de dormirme temprano. También disfruto de mi tiempo libre, veo a mis amigas y amigos, salgo a comer a lugares ricos de vez en cuando, disfruto de mi casa y de mi tiempo de paz, me doy un baño de tina con sales aromáticas una vez por semana. Me consiento también comprándome música y libros que me gustan, ropa de vez en cuando, yendo a pintar y cortarme el pelo a un salón caro donde hasta tienen desayunos. Estas son las cosas que para mí son cuidarme.

Y sin embargo, de unas semanas para aca me he sentido cansada. Hoy amanecí muy cansada, en la oficina me dicen que estoy estresada, yo ya no sé, sólo sé que necesito desconectarme. En lo que lo hago sigo buscando un lugar suave donde descansar, una colchita con que taparme y un plato de sopa caliente.

Hoy amanecí preguntándome ¿cómo llegué aquí? ¿Cómo es posible que si me cuido no me haya dado cuenta de mi cansancio acumulado? No creo que se haya amontonado en la última semana. ¿Será que no puedo con el paquete que ando cargando? ¿Será que el trabajo es demasiado o no me sé administrar? No lo sé, sólo sé que esta mañana igual que la de ayer no me levanté a correr y no me sentí culpable.

martes, agosto 12, 2008

Deslizarse

Desperté en la madrugada. Me di vueltas para un lado, para el otro. Traté de silenciar mis pensamientos, o por lo menos concentrarme en una sola idea. A veces pienso que si puedo seguir una idea hasta el final podré dormir. Creo recordar que esto ya lo dije antes. Esta madrugada lo volví a intentar y volví a fallar.

Más vueltas. Sobre el costado izquierdo, sobre el derecho. Pasó una hora, otra vez sobre el costado izquierdo. Empiezo a deslizarme.

Me gustan ese dormir al que llego con ligereza, sin sobresaltos. Entro a una zona de sueños suaves, de cosas cotidianas que siguen su porpia lógica: movimientos con armonía y cadencia, palabras suaves, amigos entrañables y desconocidos a la vez. Hay que soltar, lo más difícil es aprender a perdonar los errores propios: volver a confiar: En los sueños todo se mezcla, las sensaciones los pensamientos diurnos, los silencios, lo que quisimos decir y no dijimos, estamos donde debemos estar como también sucede en la vida real. Abrí los ojos como si los acabara de cerrar y habían pasado varias horas. Salí del sueño igual que como entré, deslizándome. El tiempo externo no regula el de los sueños, ahí se viven años en minutos o segundos en horas.

viernes, agosto 01, 2008

Del cariño temprano

Hace unos días fue cumpleaños de mi sobrino. Recuerdo una ocasión, de las primeras que hablé con él por teléfono, que le pedí un abrazo y me dijo “¿cómo un abrazo por teléfono?” Uno de adulto se acostumbra a mandar abrazos y besos verbales, él mandaba besos reales y no entendía cómo mandar abrazos. Han pasado 23 años y cada vez que hablamos me da un beso, me lo truena, jamás me lo manda verbalmente.

Cuando le platicaba a Blue me dijo “¿por qué lo amas tanto?” y luego agregó “a lo mejor te parecerá una pregunta pendeja (sic) pero no tengo ningún pariente que me ame tanto como tú a él”.

No sé exactamente qué le contesté, algo de su sabiduría infantil y recuerdo que también comenté de cómo amaba a mis “hermanas menores”, pero como siempre que se me plantea algo así, la idea me sigue dando vueltas.

Lo seguí pensando y he elaborado una hipótesis (una de mis hermanas menores dice que tengo hipótesis para todo): es diferente el cariño que se desarrolla cuando uno ve crecer a alguien desde niño y tiene una diferencia de edad suficiente para ser consciente de ese crecimiento.

La primera vez que lo viví fue con mis hermanas menores. Tres niñas que no son hermanas, ni primas, ni parientes, pero que su mamá, la famosa Güera, decidió serían mis hermanas menores. No sé si fue a partir de que ella lo decidió o antes, cuando ellas se infiltraron en mi vida. Las vi aprender a caminar, a guacarear, a hablar. Cris me despertaba de mañana jalándome un ojo y preguntándome si ya había despertado y cuando la mamá desde lejos decía “¡ay! ya las fueron a despertar,” yo contestaba “no, Güera, ya estaba despierta.”

¿Cómo no amar a la niña que se sienta a tu lado a pasarte el rimel y la sombra, que sigue cada uno de tus movimientos y que al paso de los años ves convertida en ginecóloga? Aún sonrío recordando a la pequeña Mond decir que no me podía dar un beso porque se le habían acabado.

Una noche, pocos días después de llegar a vivir al DF y comenzar mi primer trabajo, llegué a su casa, donde aún vivía porque aún no conseguía un depa. Bk, la mayor de ellas me recibió en la puerta con una pregunta “¿nos preparas unas migas para cenar?” Yo no sabía cocinar, no me interesaba aprender y ella viendo mi cara de desconcierto me dijo “yo te digo cómo” me llevó a la cocina y jaló un banco al lado de la estufa para darme indicaciones: corta las torillas en triangulitos, sí, así están bien, ahora dóra las tortillas, con ese aceite es suficiente, ahora pon los huevos. La receta era de mi mamá y ella la sabía mejor que yo.

Estas niñas fueron creciendo y a su lado he vivido amores y desamores, tanto míos como de ellas, también viví un velorio hace poco más de un año. Amo las mujeres en que se han convertido.

Luego me ha tocado ver a mis sobrinos. Aunque nunca hemos vivido en la misma ciudad, siempre he tratado de mantener el contacto, de seguirlos y de estar con ellos lo más que puedo.

De Xilo aprendí a dedicar tiempo a entender las preguntas y a responderlas. Un día, tal vez cuando tenía 5 años, llegó a preguntarme de los resortes. Yo lavaba trastes y no entendí bien su pregunta por lo que le pregunté “Xilo, me hablas de un resorte en especial o de los resortes en general”. El me contestó con otras preguntas “¿cómo son los resortes especiales, cómo son los reportes generales?” Me detuve a explicarle la diferencia entre particular y general, lo hice, recuerdo bien, utilizando la cafetera que secaba en ese momento. Xilo, estuvo atento durante toda la explicación, cuando terminé me dijo “si me explicas así sí te entiendo,” se dio la media vuelta y se fue, ya sin más preocupación de los resortes. Siempre que cuento esta historia pienso que implícitamente me dijo “si yo no entiendo la idiota eres tú no yo” y es cierto, los niños entienden todo.

A Itzel la llevé a ver su primera obra de teatro. Tenía escasos 3 años. Se sentó y pareció no parpadear durante toda la obra. No dijo nada, no quiso ir al baño, no estaba aburrida, no preguntó cuánto faltaba, no quiso salirse. Toda su atención estaba puesta en el escenario. Al salir fuimos a comer y al terminar de comer dijo “ahora sí podemos ir a otro”. Le pregunté a qué otro se refería y dijo “a otro teatro”. Ahora está a punto de empezar su carrera de Artes visuales.

Uno ve pasar los años de uno mismo sin mayor sorpresa. Sólo te das cuenta que los años han transcurrido cuando uno de estos niños es ya un ingeniero, y la otra, a los pocos meses de vivir en Italia es capaz de entender las instrucciones en algún pueblo del sur de Italia y de dirigirte al lugar indicado.

Es sólo cuando has compartido la infancia de alguien cuando logras entender la magia del cariño temprano.

domingo, julio 27, 2008

La visita

Me como la última galleta de la tanda. Sonrío recordando el momento en que Lau las preparaba mientras yo hacía mi famoso Tapenade en sus versiones verde y negro, que Lau no probó. Todos los que la conocemos sabemos que ella come pocas cosas. No sé si fue la almendra o las anchoas, porque creo que aceitunas sí come. Yo le ofrecí un pan untado y dijio “más tarde”.

El fin de semana estuvo lleno de conversaciones, o tal vez fue una sola desde la noche que llegó hasta el domingo por la tarde que la dejé en el aeropuerto. Aunque jueves y viernes yo me fui a trabajar y ella a un curso, el resto del tiempo platicamos sin parar. Platicamos mientras hicimos compras, tomamos un trago al Celtics, más tragos con Mond y otra amiga en el Fridays, fiesta de cumpleaños de Mond, tomamos tequila y pisco sour, comida de sushi en la mesa de centro de la sala que se sintió más japonesa, comida italiana en un restaurancito de la Condesa, paseamos por las calles aledañas a mi casa comiendo helado, chateamos y bloggeabamos una frente de la otra, desayunamos en la cocina. La plática unió todo, y en la tarde cuando Lau se bajó de Lacamio, la Cirrus rechinó un poquito. Regresamos a una casa silenciosa y no supimos dormirnos temprano después de cuatro desveladas al hilo.

martes, julio 22, 2008

Cinco razones...

  1. Un coche rentado con GPS.
  2. Correr viendo el mar.
  3. El sonido y el olor del mar.
  4. Una librería con libros de Silverstein.
  5. Llegar a donde hay que llegar.

lunes, julio 21, 2008

En el aeropuerto

Is there anything as horrible as starting on a trip? Once you’re off, that’s all right, but the last moments are earthquake and convulsion, and the feeling that you are a snail being pulled off your rock.
- Anne Morrow Lindbergh


Frecuentemente me preguntan si viajo mucho por mi trabajo, siempre digo que no, y es que viajo de repente pero que en realidad mi trabajo es aqui, en el DF.

Ayer por la tarde, mientras paseabamos Lau y yo por la Condesa comiendo un helado italiano, me habló el CEO de la empresa en Latinoamérica y me dijo "sin compromiso, pero fijate que el martes... en San Diego... un entrenamiento... perdón por la premura... tendrías que volar mañana..." Y bueno, después de dejar a la Lau en el aeropuerto, llegué a preparar mi viaje: reservar avión, auto, hotel y claro, a hacer la maleta (que en realidad terminé hasta esta mañana).

Fue en el camino al aeropuerto que me puse a pensar en los viajes de trabajo. Este año he ido dos veces a Monterrey, una vez a San Luis, el mes pasado fui a Montevideo y a Chile y hoy voy en camino al sur de California. El año pasado fui a Inglaterra y a Grecia, ah y también a Dallas. Claro dos viajes largos pero no muchos en cantidad.

Y es que una época de mi vida viajaba casi cada semana, básicamente a NY y a Houston.

Así es que yo sigo con mi creencia de que no viajo mucho por trabajo, pero empiezo a cuestionarla.

miércoles, julio 16, 2008

SLP

Cuando platicar de frente es una prioridad se organizan viajes. Así fue este domingo.

Yo tenía que ir a San Luis a una reunión el lunes por la mañana. Le pregunté a Blue qué tan lejos le quedaba a ella de Aguascalientes. “Dos horas y media”, me dijo, aunque en realidad son poco más de tres.

El domingo salí de mi casa de madrugada, para tomar el camión de las 7 de la mañana. Dormí las primeras tres horas de viaje y llegué a la terminal poco antes que Blue. Me senté a ver pasar gente y a los pocos minutos veo una mano que se asoma a lo lejos. Ella dice que sólo ella sabe abrazar “grande y apretado”, y así fue nuestro abrazo.

Fuimos al hotel a dejar nuestras cosas y salimos a caminar. Las calles y mercados de San Luis fueron el escenario de nuestra conversación peripatética. No teníamos prisa ni de llegar a ningún lugar ni de terminar temas. Entre compras de aretes, collares, queso de tuna y tamarindos, acumulamos frases que se convertían en relatos.

Después de algunas horas nos sentamos a comer: Blue una ensalada de atún (muy bien portada) yo un asado huasteco (delicioso todo). Una pareja bailó danzas huastecas. Ella lo veía a él como si no existiera vida en otro lugar. Yo le pregunté a Blue “¿es de verdad?”, convencida que esa forma de mirar no puede ser actuada. Blue me contestó algo del estilo “es que imagínate un hombre que baila”.

Caminamos otra hora en busca de un café abierto. Convencidas que no lo encontraríamos, nos sentamos en un restaurante donde yo preferí tomar agua de jamaica mientra Blue se tomó un mal café.

Luego ya no quedó tiempo mas que para recoger las cosas de Blue en el hotel y que llegara a la central a tomar su camión de regreso.

Siempre platicar ayuda a entender y cuando es de frente se revelan sentidos que no habíamos visto. Gracias por venir a verme.

sábado, julio 12, 2008

Del frío interno

Despertó creyendo que había dormido sólo cinco minutos. Vio el reloj y se dio cuenta que había dormido cuando menos una hora.

Sintió las sábanas heladas y un dolor en los huesos. Se preguntó a qué hora se coló ese frío en una noche de verano. No quería moverse, sintió el cuerpo pesado. Tiene que levantarse, sabe que necesitaba abrigarse y apagar el ventilador. Se recuesta sobre su costado derecho y se para jalando las piernas hacia el piso.

Se pone el pantalón de su pijama y el chaleco que usa para andar en la casa, sube el ziper hasta el cuello. Saca calcetas y las coloca en sus pies. A ella le gusta dormir con los pies desnudos aún en invierno y sacarlos de las cobijas hasta que se enfrían. Pero en noches como ésta necesita cubrirlos.

Conocea perfectamente estos episodios de frío interno. No sabe de dónde vienen ni qué los provoca, afortunadamente aprendió a resolverlos en el plano físico. Siempre ha querido encontrar el origen de ellos, se imagina está arraigado en algún lugar oscuro.

Bien abrigada se mete a la cama de nuevo y se envuelve en las cobijas. Tiembla por dentro. Quiere recordar la primera vez que tuvo esta sensación. Una vez más trata de pensar si estaban ligados a situaciones específicas. Recuerda que una vez sucedió después de un pleito con su pareja, aunque normalemente son como hoy: en un día cualquiera en que no ha pasado nada especial ni diferente.

Al principio pensó que tenían que ver con la temperatura exterior, con el tiempo supo que no. Por eso comenzó a llamarlo frío interno. Los episodios comienzan como un malestar indescriptible que se convierte en un viento, el cual se infiltra por dentro de los huesos y se instala provocando un malestar físico.

Sudar es la única solución que conoce. Subir la temperatura del cuerpo, sudar y seguir subiendo la temperatura. Así es como logra que se disipe el frío y los huesos se vayan entibiando. Después de unas horas de calor los musculos se distienden poco a poco y el malestar desaparece.

Tal vez sucede como presagio de algo que vendrá, tal vez por algo que no se ha resuelto. Lo cierto es que no puede definir nada concreto. Lo cierto es que es un frío que llena su cuerpo por unas horas y duele.

Despertó sudando y con la sensación de haber superado ese frío interno una vez más.

jueves, julio 03, 2008

¿Qué es Viento Tramontana? ¿Quién es Tramontana?

Dorix está haciendo su tesis sobre blogs. Cuando me enteré de su proyecto me pareció necesario ser parte de su estudio. No sé si ella me pidió que participara pero creo que más bien la forcé. El caso es que me hizo una entrevista que integrará en su tesis. Claro, por MSN, ¿de qué otra forma iba a ser?

La entrevista la hizo en dos partes. La primera hace más de un mes y ayer en la noche terminamos.

Durante estas dos partes me hizo pensar en lo que significa el blog para mí, por qué lo comencé, como llegué al nombre, quién escribe, cuál era mi objetivo, cuáles son mis blogs preferidos, cómo he llegado a ellos, cómo me relaciono con los bloggeros, cuándo escribo, si escribo por hábito, para quién posteo. En fin, miles de preguntas. Y tengo que decir que Dorix es una gran entrevistadora, usaba mis palabras para intercalar sus preguntas.

Entre otras cosas me preguntó si algún día voy a dejar el blog y la verdad no se me ocurre que pueda suceder. Sé que por periodos me he alejado pero siempre regreso, es un refugio, es un escaparate, es parte de lo que necesito para sentirme completa.

Ayer al terminar la entrevista comencé a escribir este post por dos razones: quiero compartir esta experiencia y porque me hizo pensar en el compromiso que tengo con este espacio que ha estado abandonado por las últimas semanas.

A la pregunta “¿Qué es para ti el blog?”, contesté: “Es una forma de expresarme, de definirme, es una forma de relacionarme y sin duda un experimento literario muchas veces, me gusta ser leida, ser interpretada, y oír comentarios.”

A veces los comentarios me hacen ver que no logro mi objetivo de transmitir una idea o sensación, lo que necesariamente me lleva a escribir mejor. Otras veces me hacen ver dimensiones que no había visto del texto. Quienes me lee me encuentran. Como le dije a Dorix: todo parte de una idea o una imagen a partir de la cual construyo una historia o un relato. Y ahí estoy yo.

En algún momento de la plática dije que las relaciones de los blogs eran mágicas y especiales. Dorix me preguntó qué le daba la magia. Creo que ahora tengo una mejor respuesta que ayer en la noche: no sé qué le da la magia, lo importante es que las personas que he encontrado y reencontrado aquí se han convertido en parte esencial de mi vida.

si dentro de 20 años me asomo a tu blog, ¿qué me voy a encontrar?, ¿es Tramontana?, ¿es su vida?, ¿son relatos de cierto tiempo? como si me asomo a ver las notas de Bourdieu

te vas a encontrar dibujos de una vida
a veces surrealistas
a veces impresionistas
a veces cubistas
con ficciones que pueden ser verdades
y verdades que pueden ser ficciones

jueves, junio 05, 2008

Encontrar el libro perfecto

Me ha costado mucho trabajo ponerme a escribir estos días. Ya ni siquiera sigo mis rutinas matinales de escribir en tres cuadernos distintos, o por lo menos dos de ellos, todos los días.

Trato de pensar qué es lo que me pasa y creo que encontré el problema. No he estado leyendo suficiente. En mi caso, inevitablemente leer me lleva a escribir y sin leer me cuesta trabajo escribir.

¿Y por qué no leo? Tengo un problema: hay tres libros empezados sobre mi mesita de noche y no tengo ganas de continuar con ninguno. Me molesta terriblemente dejar los libros sin terminar. Ahí al lado de mi cama están alineados los tres: uno más delgado, otros dos más gordos. Inevitablemente tengo la sensación de que si empiezo otro sólo se va a acumular a la pila de libros sin terminar y eso me angustia. No exagero al usar la palabra, tampoco es que viva el día angustiada, es que cuando pienso en leer se sube la angustia hasta mi garganta y me asfixia.

¿Qué hacer? ¿Cómo saber que el próximo libro que empiece lo terminaré?, ¿o cómo elegir el libro que puedo terminar?, y no sólo por obligación sino por necesidad, como debe ser.

Elegir un libro adecuado no necesariamente tiene que ver con el libro en sí, sino con el momento de vida.

Estoy convencida que los libros requieren cierto estado de ánimo, preparación, qué se yo, algo que yo llamo momento de vida . Me pasó tanto con Rayuela como con Notas desde el sotano (o el subsuelo). Empecé a leerlos en diferentes momentos y no podía avanzar de la primera página, me aburrían, me hacían bostezar, no entendía lo que leía. Y un día cualquiera, tomé de nuevo Rayuela y lo disfruté deliciosamente. Lo mismo pasó con el de Dostoievski, lo leí sin parar, sin querer separarme del libro. Me gustaron tanto que me pareció extraño que antes no los hubiera podido leer. Fue entonces que empecé a desarrollar mi hipótesis de que los libros tienen su momento. No quiero decir que esta teoría sea mía exclusiva, sino que yo la vivo como mía.

Estos dos casos, son sólo un ejemplo, esto me ha pasado infinidad de veces. Hace unos años, tal vez tres o cuatro, traté de releer Justine, del Cuarteto de Alejandría y no pude. Cada vez que comenzaba a leer me llenaba de una tristeza infinita y no podía seguir. Lo tuve que dejar, luego lo presté y no lo he recuperado, no sé si pueda releerlo ahora.

Hoy, sé que necesito encontrar un libro que rompa este patrón de los tres libros sin terminar y no sé cómo identificarlo. Tengo varios esperando ser leidos, podría salir y comprar uno totalmente nuevo, el problema es que no sé cuál y no quiero que se acumule un cuarto. ¿Me quieren ayudar a encontrarlo?

jueves, mayo 22, 2008

Al correr de mañana

1. Deberían prohibir los pants que hacen ruido al rozarse una pierna contra la otra. Por lo menos en los parques o lugares públicos antes de las 8 de la mañana.
2. Y si a mí me molesta el ruidito del roce aunque oigo a Rinaldi en la Celta, ¿cómo alguien puede vivir media hora o ve tú a saber cuánto tiempo se ejerciten, con ese sonido constante?
3. Sin duda me gusta ver la luna en el cielo, pero disfruto mucho más ver las estrellas.
4. Me encanta comenzar a correr cuando todavía está oscuro y ver como comienza el día.
5. Es delicioso sudar, siento que realmente me estoy esforzando. Aunque sé que hay quien prefiere la natación para no sudar.
6. Seguro Cirrus preferiría caminar y no correr, andar sin correa y poder husmear todo el parque lleno de olores de otros perros.
7. Siempre me da un poco de angustia viajar, aún cuando sea solamente a Monterrey. Especialmente si tengo que dejar a la Cirrus.
8. ¿Por qué hay coches que aceleran cuando ven que vas a atravesar la calle en lugar de detenerse y dejarte pasar?
9. ¿Por qué no pueden ser como la Cirrus todos los perros y no ladrar sólo porque ven a un perro?
10. Se acabó la temporada de las jacarandas, ahora se confunden con cualquier árbol de follaje verde. Hay que esperar casi un año para disfrutar de nuevo ese maravilloso morado.

jueves, mayo 08, 2008

Tus estantes

Revisé los estantes llenos de libros ordenados en perfecto orden alfabético. Reconocí autores, otros, los anoté mentalmente para leerlos en algún momento. Me detuve un instante al ver el libro sobre ausencias que te regalé aquel día que comimos juntos por primera vez.

Estaba a punto de tomarlo cuando me interrumpiste. Tenías dos vasos de tinto en las manos. Me diste uno y caminamos hacia la terraza, nos sentamos en los equipales a disfrutar la noche fría en que no se veían estrellas ni luna. “La bruma no me dejó ver el eclipse del otro día” me dijiste. La misma bruma que tapaba ahora a Orion y Polaris que yo hubiera querido ver. Era invierno, Orion estaba invisible a la mitad del cielo.

Platicamos como siempre, sin orden, brincando de tema en tema y regresando a alguno que había quedado a la mitad tres temas atrás. Habían pasado meses sin vernos y conversamos como si retomaramos la plática del día anterior. No teníamos sueño, abrimos una segunda botella mientras comimos salami y queso con pan negro, unas nueces y frutas secas. El sol nos sorprendió todavía en la terraza. Dormimos de día, balbuceando entre sueños lo que nos faltó por platicar en la noche. Soñamos con el tiempo que no nos pertenecía.

Hoy mientras busco qué leer encuentro el libro de palmeras que me regalaste aquel primer día y recuerdo cómo recorriste mi librero, quizá tratando de conocerme a través de mis lecturas. Tal vez mañana te hablaré y te diré que nunca terminé de recorrer todos tus estantes. O tal vez sólo te lo diga un día cuando nos volvamos a ver.

martes, abril 29, 2008

No me he ido

Sigo sentada en el sillón, no me he movido desde que diste el portazo y te fuiste. Creo que alcancé a oír un “no me esperes para comer”. O tal vez lo inventé.

Me quedé con varias preguntas y unas cuantas respuestas a esas preguntas que formulaste antes de salir. Respuestas inútiles pues tu cuestionamiento era retórico. Preguntas innecesarias, trato de racionalizar algo que quizás no tenga explicación.

Alguna vez me contaron de una pareja que rescató un niño de la calle. El niño tenía unos 12 años y era algo rebelde, cuando se ponía impertinente su nuevo papá lo abrazaba en lugar de regañarlo. No sé por qué solo pienso en esa imagen. Tal vez eso debí hacer: abrazarte y no soltarte, no dejar que te fueras aunque patalearas.

Sé que tu reacción no tiene que ver conmigo. Y sin embargo quisiera saber qué decir para aliviar tu malestar, qué hacer para ayudarte a encontrar tus respuestas.

Obscurece y sigo en el mismo sillón, abrazo inútilmente un cojín cuando sé que debería estarte abrazando a ti, que no siempre te dejas.

martes, abril 15, 2008

México quiere Ñ

Adhiérete a ésta campaña para que en México se apruebe el uso de la eÑe en los dominios de Internet de nuestro país y en todos los países de habla hispana.

Logros en otros países de habla hispana: www.eñe.cl / www.eñe.es

p/Leer:
La eñe tambien es gente p/María Elena Walsh:
http://www.me.gov.ar/efeme/mewalsh/laenie.html

Campaña por la eÑe.ar Argentina - [Necesaria]:
http://necesaria.blogspot.com/2008/04/la-campaa-de-la-ee.html

La letra eñe no se entrega - Clarín (14/03/1998)
http://www.clarin.com/diario/1998/03/14/e-07702d.htm

Ñ - Wikipedia
http://es.wikipedia.org/wiki/%C3%91

Nic - Chile
http://www.ñandú.cl

La incansable batalla de la letra Ñ - Univisión
http://www.univision.com/content/content.jhtml?cid=328328

La letra Ñ llega a las direcciones de internet - Perfil
http://www.perfil.com/contenidos/2007/06/08/noticia_0035.html

Palabras con letra Ñ
http://personal.telefonica.terra.es/web/flxcardona/palabras_con_letra_egne.htm

No tengo eÑe
http://www.notengoene.com/


Inicio de la Campaña de la eÑe en España en 1991

(Carmen Rico Godoy, texto íntegro)

Si hay una guerra justificada, ésa es la desencadenada entre europeos y españoles sobre la letra eñe, que pretenden eliminar de los ordenadores que circulen por la Comunidad.

Nunca jamás, jamais de la vie, como solía decir don Luis Buñuel -que no Bugnuel ni Bunuel- los españoles aceptaremos que los llamados europeos eliminen la eñe de los ordenadores ni de ningún otro lugar. Pertenecer a una Europa que niega el derecho de la eñe a existir, sería denigrante y no tendría ningún futuro.

El argumento definitivo a favor de la eñe lo dio el maestro y premio Nobel Gabriel García Márquez. La eñe, dijo, representa un avance y una mejora en la lengua escrita. Mientras que otros idiomas, como el francés o el italiano, necesitan dos letras para representar el sonido blando de la eñe, el español o caste-lano lo ha sintetizado en una sola letra con entidad propia. La letra eñe no es una ene con un palito, sino una letra autónoma e independiente, como la jota o la equis, y por cierto, a nadie se le ocurre sustituir la equis por ks en la escritura porque sería ir para atrás en el desarrollo de la civilización.

Avasallar la eñe también lo es. En los países de habla inglesa, los ordenadores no tienen eñe. Los hispanohablantes de Estados Unidos tienen que apañarse para escribir su idioma como pueden, o sea fatal: «Dona Puri ensenaba a los ninos a pelar castanas y a las ninas a peinarse el mono mientras ella miraba, sonadora, cómo se empanaban los cristales al llegar el otono». Deprimente.

Casi es peor la posibilidad, digamos afrancesada: «Dogna Puri ensegnaba a los niños a pelar las castagnas y a las ninjas a peinarse el mogno, mientras ella miraba, sognadora, cómo se empagnaban los cristales en el otogno». Agotador.

Ya es terrible que hermosos apellidos españoles como Castañeda, Núñez, Añoveros, Cañabate, Cañizares y tantos otros hayan perdido parte de su identidad rodando por esos mundos de Dios sin eñe. Pero al fin y al cabo se trataba de sobrevivir.

Lo que resulta intolerable es que alemanes, franceses, italianos, daneses, ingleses, holandeses, luxemburgueses y belgas no respeten una letra que une a más de 300 millones de personas que hablan el mismo idioma: el castellano. Un idioma rico y elaborado a través de los siglos en el crisol de muchas culturas. La eñe es un producto feliz de esa riqueza cultural. Si los otros idiomas como el francés, el alemán o el italiano o el portugués no quieren cambiar sus gn, ni, nj, por eñes, es su problema. Pero que no intenten que renunciemos a la eñe porque hasta ahí podíamos llegar.

El imperialismo cultural tiene un límite y para nosotros es la eñe. No nos moverán ni p'atrás, ni pa tomar impulso. Donde pondrían los franceses el grito si a alguien se le ocurriera decir que la cedilla (ç) fuera eliminada de un plumazo.

Queremos máquinas y ordenadores con eñe para no tener que escribir campana por campaña, ano por año, cabana por cabaña, sonar por soñar, empanar por empañar, mana por maña, nono por ñoño y nandú por ñandú. A dónde iríamos escribiendo Logrogno, cugnada y cegno. ¿A dónde irían nuestras segnas de identidad? La ge y la ene unidas sirven en español para expresar cosas que han demostrado ser muchos europeos: ignorantes, ignavos e ignominiosos. También sirve para llamar a Ignacio y escribir signos.



© Carmen RICO GODOY, Cambio 16 n° 1.025/15-7-91.

lunes, abril 07, 2008

Y de otros días


Hay días en que uno no tiene nada positivo que decir. Nada que aportar al mundo y tal vez es mejor esconderse. Hay días en que logro hacer creer a todo el mundo que todo va bien, pero hoy me cansé de fingir.

Traté de sentirme mejor: les hablé a Emi y a Max. Pensé que eso me haría sentir mejor. Lo hizo por un instante. Con Max no pude hablar, estaba haciendo tarea retrasada, medio castigado. Lo primero que me dijo Emi fue “¿te aucerdas el día que me quedé en tu casa?” Claro que lo recuerdo, lo recordaré toda la vida. Luego me dijo que se había cortado el pelo y se veía muy guapo. Le dije que lo vería la próxima semana y que seguro se veía muy guapo.

No tengo energía, no sé si es parte físico o es sólo emocional. No sé qué me hace sentir tan cansada. ¿Será el simple hecho de no sentir que avanzo? Todo mundo me ha dicho que tengo que tomarla con calma y pensé que lo estaba haciendo. Hasta hoy. ¿Será la visita de ayer? No lo sé. Lo único que sé es que estoy llorosa y prendí unas velas en mi casa que puse en los vasitos de cerámica que hice, pero sigo igual, triste, sin ganas de nada.

Y sí, sé, y espero que mañana sea un mejor día. Supongo que es parte del proceso. Parte de mi proceso.

jueves, abril 03, 2008

Intimo

Cuando el viento se mueve y desacomoda tu pelo o roza los vellos de tu brazo, cuando la luz se refleja en tu pupila, o cuando pronuncias esa palabra de cierta manera, siento que veo a quien realmente eres. Y en ese instante siento que te conozco, no en formas ni conceptos, sino en tu escencia.

Las formas y los conceptos distorsionan: crean barreras. La esencia nos permite sentir a las personas, sin juicios, sin concepciones de lo que debe ser o lo que queremos que sea.

No se necesita tiempo para conocer a alguien, se necesita esa conexión, la cual se da o no se da. Cuando sucede es irremediable, aunque luego optemos por cerrar los ojos para evitar el reflejo de luz.

Tal vez lo que no entendemos es que cuando llegamos a hacer ese contacto, no hay nada que temer. Nadie puede ver a alguien de esa forma y no amarlo instantáneamente.

La cobardía es asunto de los hombres,
no de los amantes.
Los amores cobardes no llegan a amores,
ni a historias, se quedan allí.
Ni el recuerdo los puede salvar,
ni el mejor orador conjugar.
-Silvio Rodríguez

miércoles, abril 02, 2008

Otro(s) premio(s)

Gustavo en Necesaria me dió otro premio: el Premio Dardo. Gracias Gustavo.


Aunque Gustavo no menciona la razón de este premio, encontré en el blog que lo premió a el (Territorio Enemigo) lo siguiente:
Por lo que he visto entre los blogs de quienes han recibido este simbólico premio, con tal galardón se reconocen los méritos que cada blogger muestra cada día en su empeño por transmitir valores culturales, éticos, literarios, personales, etc., que en suma, demuestra su creatividad a través su pensamiento vivo que está y permanece, innato entre sus letras, entre sus palabras rotas.

Así es que pensando en esto paso a dar el premio:
Sette
Mond
Long
Monton de palabras
Dorix

Y otro más de Mond: Premio arte y pico. Gracias Mond.
De acuerdo a lo publicado por Mond. El premio es por:
Concepción original de un objeto, el arte de crear, tener la capacidad de generar ideas originales y auténticas, no tener miedo a ser uno mismo. Atreverse. Ser responsable.
Y mis premiados son:
Nunu
Dulce
Diana
Lau


¡Felicidades a todos!

martes, abril 01, 2008

Across the Universe

Doy vueltas y vueltas en la cama. Tal vez si me acomodo sobre el costado izquierdo, y me quedo quieta logre volverme a dormir. Meto la sábana entre mis rodillas, entrelazo las manos. Respiro y me deslizo hasta entrar en un sueño, en el cual sueño que sueño. Dentro del sueño cuento el sueño como si estuviera despierta.

Apago el despertador con el “snooze”, suena de nuevo, lo vuelvo a apagar. Estoy regresando a un sueño envolvente cuando mi consciencia me despierta y me levanto. Hoy es día de correr. Es la última semana que hay luz a las 6:30, la próxima, volveré a levantarme de noche.

Llego al parque. Las jacarandas cada día tienen un tono más intenso, las copas lucen más llenas de flores. Siempre me llama la atención la ausencia de verde entre las flores. La banqueta tiene un tapete morado. Le pongo la correa a Cirrus y empezamos a correr. En la Celta suena “Girl” de “Across the Universe” y al minuto “All my loving”.

He corrido poco las últimas dos semanas y junto con algunos cambios físicos se ha bajado mi condición rápidamente. Cuando llevo menos de diez minutos corriendo suena la alarma del monitor del pulso. Igual me esfuerzo por correr 20 minutos seguidos, el monitor del pulso está más alto que nunca, “Let it Be”, “If I fell” y "Dear Prudence" me ayudan a cumplir mi objetivo.

Mi amigo de la Ruta 100 no está, me dijo que lo cambiarían de circuito durante 15 días y ya pasaron. Siempre me regala una sonrisa, unas palabras amigables. El día que se fue me dijo “si la extraño cuando no viene un día, ahora pasarán quince días sin verla”. Yo también lo hecho de menos. Voy en la tercera vuelta, pienso que hoy 45 minutos son demasiado aún cuando camine parte de ellos. Pongo el segundo CD para seguir, casi todas las letras me son conocidas, por lo menos en parte. Al final oigo “All you need is love” hago mi sprint de siempre y acabo exhausta.

A pesar de todo, es bueno empezar el día corriendo.

sábado, marzo 29, 2008

Premio Calidez

Gustavo en Necesaria me dió el "Premo Calidez". Gracias Gustavo, me siento sumamente halagada.



Ahora me toca pasarlo, claro que no podré hacerlo con una presentación tan linda como la que hizo él.

Long
Caza estrellas, soy un sonajero estridente, cursi hasta la madre, con nombre demasiado largo que quedó después demasiado corto...

Mond
Just a dreamer...

Nunu
Dicen que finjo o miento todo lo que escribo. No. Yo simplemente siento con la imaginación. No uso el corazón...

Triple
Me gusta la vida, me gusta escribir, leo con voracidad sobretodo novelas. Me gustan los autores hispanoamericanos. No me gustan las berenjenas, ni la mediocridad...

Premio Brillante Weblog

Mond me dió un premio que ahora me toca compartir. Gracias Mond, y gracias por tus palabras.



Los premios se los entrego, utilizando las palabras que utilizaron ellos para darles la bienvenida a sus respectivos espacios:

Gustavo
He quemado algunas quimeras y mitigado otros tantos mitos. Me he quitado algunos recuerdos de la bitácora, para dejar memoria a lo que debía devolverme, retornarme, repetirme.
Sette
Me gustan los inicios. Los libros nuevos, las primeras letras de un texto, el paso que da origen a todo, la magia de la siempre única: primera vez.
Ardilla
En el fondo,
cuando te has perdido dentro de tino tienes mas remedioque buscarte afuera...
Eleafar
Pero suponiendo que de cualquier manera la tuviera, conciencia social, claro está, pero desconociera tenerla, como lo hago, mi vida se convertiria en un cuento de Kafka.
Rodrigo
He decidido dedicarselo a una esencia, esa escencia que forma parte de mi vida, que solo yo conozco y conocere, pues me muestra una parte unica de su vida, de su visón de su alma.

domingo, marzo 23, 2008

Emi en casa


Es de noche. En la habitación de al lado duerme Emi. Esta tarde, cuando ya me venía a casa decidió que quería venirse conmigo a dormir. Su mamá le dijo que mejor otro día, que mañana era el desayuno de Pascua. El insistió, dijo que fueramos por su pijama. Nos subimos a los coches y seguí a Rebeca para empacar la mochila.

Emi tiene 3 años y es la primera vez que viene a dormir a la casa. Al llegar traté de bañarlo pero no pude porque nunca salió agua caliente, acabó sólo lavándose los pies (anduvo descalzo todo el día) y la cara. Luego le hice de cenar. Me pidió un huevo estrellado (“a mi mamá le quedan muy ricos”) se me reventó la yema, pensé en hacerle otro pero me dijo “así me lo como”. No pusieron el cepillo de dientes, yo busqué en mi cajón de chunchitas y le regalé uno. Después de lavarse la boca lo llevé a acostar.

- ¿Quién va dormir en esta cama? - me pregunta mientras pongo las sábanas.

- Tú.

- ¿La compraste para mí?

- La compré para las visitas y hoy tú eres mi visita.

- ¡Qué padre!

Lo acosté, lo rodée de almohadas, puso sus dos muñecos de peluche cerca de su cabeza. Le di besitos de buenas noche. Le pregunté si quería que dejara prendida la luz del baño, me contestó que sí. Fui a prenderla y regresé a darle más besos. Se durmió instantáneamente.

Aunque ya está dormido, siento su presencia en la casa. Me pregunto por qué se quiso venir conmigo justo hoy, y sólo sé que es su forma de decirme algo: no hay casualidades. ¿Será su forma de avalar mi proyecto? ¿Es la forma del universo de contestar a mi pregunta?

miércoles, marzo 19, 2008

Red

¿Sabés?. Los trapecistas de circo, cuando dán su show en lo alto de la carpa y con luces solo alumbrándolos a ellos, se dicen: "Salta que la red aparecerá." Aún así no logran superar el temor y con esa adrenalina dan su espectáculo.
- Gustavo O. Camacho


Ayer en una conversación me dijeron que todavía estaba atorada. Que se ve en mis palabras, en mis actitudes hasta en lo que escribo. Pienso que tal vez es cierto, tengo miedo, o tal vez sigo cuidando gente, a costa de mí misma. Ha sido un proceso, en general siento que la vida va bien: no, mucho más que bien, amo mi vida. Aún así, no me queda más remedio que aceptar que por alguna razón siento que si me suelto voy a caer al vacío.

Escucho en mi cabeza las palabras: “Salta que la red aparecerá”. Y me digo “¿por qué no?” Se pierde más viviendo a medias.

miércoles, marzo 12, 2008

I'm beginning to think that maybe it's not just how much you love someone. Maybe what matters is who you are when you're with them.
- Anne Tyler, Accidental Tourist

Durante años viví pensando que así debía ser el amor. Y, un día me dijiste: “ella me necesita más que tú”. Yo pensé que no podía ser real, que entenderías, que recordarías la esencia de lo que fuimos juntos.

Siempre dijimos “soy lo mejor que puedo ser a tu lado”. Así fue, hasta que dejó de ser importante y decidiste irte. No, el día que te fuiste no fue algo aleatorio, fue una decisión pensada, armaste toda la historia, todo fue construido hasta el último detalle. Tal vez fue tu forma de sentirte menos culpable. Yo argumenté que nadie se merece un amor a medias, que al final un amor incompleto también la lastimaba y limitaba a ella, aunque no lo pudieras ver en el corto plazo. No quisiste escuchar.

Yo nunca te necesité, no de esa forma. Alguna vez platicando con una amiga me dijo “nos dejan porque no los necesitamos”. No lo entendí, o no lo quise creer. Tal vez es cierto: a todos nos gusta sentirnos necesarios. Y yo sigo creyendo que debíamos sentirnos mejor de no ser indispensables. De estar porque se quiere estar por sobre todas las cosas. ¿Qué no es la palabra “pareja” la que mejor califica una relación y es a la vez el sustantivo?

El error fue que me aferré a la idea de “lo que somos juntos”. Primero hay que ser cada quien, y yo fui demasiado para ti. Tanto que me perdí y con eso a ti también.

Pasaron meses de dolor, hasta llegar al entendimiento. Aprender que los dos nos habíamos dejado, no sólo tú a mí. Después de todo, siempre es así. Hoy al recordar, sólo vienen a mí las palabras de uno de los poemas de Edel “no quiero volver a donde fui feliz, quiero conocer otros lugares”.

lunes, marzo 10, 2008

La casa de los deseos

Me estoy preparando para dormir cuando se va la luz. Por la ventana del baño entra la poca luminosidad de la noche. No es suficiente para encontrar el cepillo de dientes. Cierro los ojos para ver mejor.

Esta tarde fui a una obra de teatro para ciegos. Los que no lo somos nos ponemos un antifaz antes de entrar a la sala. Hay que cerrar los ojos para no ver nada, ni la luz que entra por abajo del antifaz. Luego pones las dos manos en los hombros de la persona de adelante para caminar. Los movimientos de los hombros te guián hacia arriba, hacia abajo o al dar vuelta. Al principio empiezas a arrastrar los pies, ponen música y te dicen que marches al ritmo. Pierdes el miedo, marchas, te metes en la música, en el ambiente del circo que es donde transcurre la obra. Después de varias vueltas a ciegas, te indican: suelta al de adelante, hacia la derecha está la pista, hacia la izquierda tu asiento, búscalo suavemente para no provocar un efecto dominó.

Te sientas. El oido se agudiza para sustituir la vista: todos los sonidos son estridentes. Huele a palomitas, pasan ofreciendo golosinas como si estuvieras en el circo y te sirven un poco de palomitas en las manos. También hay que estimular el sentido del gusto.

En la obra son cuatro personajes: Supermacho (el dueño del circo y levantador de pesas), Campanita (la enana del circo que está enamorada de Supermacho), Edipo (el trapecista huérfano), Carcajada (el payaso poeta, abandonado por su mujer).

Conforme transcurre la obra aprendes a “ver” mejor sin ojos, sigues las voces de los actores que se pasean por el escenario. Después de un rato lo estridente de los sonidos se sustituye por sensibilidad. La música del cello penetra por la piel, como también los olores de flores y hierbas. Usan los cuatro elementos: fuego, agua, viento, tierra; los actores pasan y te tocan, hacen vibrar el piso, te vuelves más suceptible y más receptivo a todo los sentidos que te estimulan.

Se tejen las historias con la tuya propia, la obra de teatro te sensibiliza para ver más allá de los ojos: te hace sentir que la peor limitante no es física sino mental y emocional. Está más limitado quien no desea sentir.

Ahora, al cerrar los ojos veo mejor. Sigo sensible a mi entorno. Encuentro el cepillo de dientes, le pongo la pasta y me cepillo todavía con los ojos cerrados. Salgo del baño, apago las luces que estaban prendidas para cuando vuelva la luz. Camino a la cama, me acuesto y apago la lámpará de buró. Entonces abro los ojos a la oscuridad de la noche.

PD Si les interesa la obra el teléfono del teatro es 55255901.

miércoles, marzo 05, 2008

De días y de días

Hoy tengo que ir a un evento que no tengo las más mínimas ganas de ir. Una cena en un salón de un centro de convenciones donde darán una cena insípida y que me acabaré comiendo íntegra por el aburrimiento.

Un salón con mesas redondas, manteles largos, pláticas aburridas, donde tendré que hacer cara de que la plática está interesante, mientras hablan del volumen de ventas en los últimos doce meses, o cómo la estrategia de ventas ha resultado o como la franquicia de ellos es la mejor inversión. Yo que preferiría hablar de literatura, o de cine, o de las posibilidades de describir una sensación. Ayer me decía una amiga que su psicologa le dijo que cuando a una sensación la nombras la limitas. Yo que vivo pensando que al nombrar las cosas les das vida. Creo que tendré que pensar más sobre el tema, aunque esta noche no será un buen momento para hacerlo. Habrá que esperar la hora de la premiación, después de la cena y los discursos, a ver si nos toca un premio. Yo que prefiero las noches en mi sillón, acompañada de la Cirrus y una buena novela.

Ya sé, hoy ando quejumbrosa y es que esta semana me toca, aparte de esta cena, impartir un entrenamiento que durará todo el día de mañana. Ni modo, hay semanas así. Hoy tengo que seguir preparando el entrenamiento y tal vez participar en la filmación de testimonios que el socio uruguayo quiere que se haga.

Lo bueno, es que mañana al terminar el entrenamiento, me podré ir a casa, premiarme con un vaso de tinto, subir mis pies al sillón y acurrucarme a leer a Lessing.

jueves, febrero 28, 2008

De la música para correr

Desde que tengo mi maravillosa ipod, llamada Celta, corro oyendo música.

Mis favoritos para este momento de la mañana son: Serrat, Sabina, Bebe, Pablo, Silvio, Bosé, Lenon, aunque hay otros. Hay quien dice que necesita música más viva para hacer ejercicio, a mí me gusta ésta, que me permite seguir las letras de canciones lo que me distrae mientras corro. Es un buen momento para realmente oír las palabras.

Luego, en el día, me rebotan pedazos de canciones. Hoy traigo el disco de “Dos pájaros de un tiro” en estrofas como “y me envenenan los besos que voy dando y sin embargo cuando duermo sin ti contigo sueño” o “y si te vas me voy por los tejados como un gato sin dueño”. Y mi favorita que me persigue desde hace días “morirme contigo si te matas, y matarme contigo si te mueres, porque el amor cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren”. Les iba a dejar un video de esta pieza pero están malisimos todos los que encontré, pero supongo que todos la conocen.

¿Ustedes qué música tienen en sus reproductores MP3 y cuándo es que disfrutan de esa música? ¿Alguna especial para correr o hacer ejercicio?

martes, febrero 26, 2008

Otro meme... ¿pues por qué no?

Como ando falta de inspiración, pues me parece bien hacer el meme que propusó Lau y que luego Triple hizo más grande a partir de uno que ella vió. Aqui va.


Si fuera una fruta sería… un higo

Si fuera un color sería… azul plúmbago

Si fuera un animal sería… una loba

Si fuera un electrodoméstico sería… un horno de microondas, aunque preferiría ser una cafetera italiana pero esa no es eléctrica

Si fuera un libro sería… Justine del Cuarteto de Alejandría

Si fuera una prenda sería… una falda blanca amplia y larga

Si fuera una joya sería… un par de aretes

Si fuera un objeto sería… una pieza de cerámica

Si fuera un coche sería… Mercedes Benz convertible

Si fuera un elemento sería… agua

Si fuera un árbol sería… un encino

Si fuera una bebida sería… café

Si fuera un helado sería… de menta con chocolate

Si fuera una persona sería… Virginia Woolf

Si fuera un insecto sería… una libélula

Si fuera un medio de transporte sería… un velero

Si fuera una canción sería… Tu nombre me sabe a hierba de Serrat

Si fuera una película sería… La fiesta de Babette

Si fuera una flor sería… un lirio blanco

Si fuera un oficio sería… ebanista

Si fuera un dibujo animado sería… Guille el hermanito de Mafalda

Si fuera un lugar sería… el Mar de Cortés

Si fuera un regalo sería… un libro

Si fuera un recuerdo sería… una postal

Si fuera una ciudad sería… Oaxaca

Si fuera un sentido sería… el tacto

Si fuera un juego sería… la ambiciosa que se juega con cubilete

Si fuera un chocolate sería… chocolate oscuro 80% cacao

Si fuera una hora sería… las 12 am

Si fuera un invento sería… un ipod

Si fuera una parte del cuerpo sería… un cuello

Si fuera un país sería… Kenya

Si fuera un sabor sería… vainilla

Si fuera un deporte sería… tenis

Si fuera una asignatura sería… matemáticas

Si fuera una bandera sería… blanca

Si fuera una construcción sería… una cabaña de madera

Si fuera un mes sería… septiembre

Si fuera una colonia sería… ups, la única que me sé es la Polo

Si fuera una golosina sería… dulce de leche

Si fuera un juguete sería… una matatena

Si fuera un tejido sería… un sueter

Si fuera una forma sería… triángulo

Si fuera una respuesta sería… va

Si fuera un licor sería… Marc

Si fuera una palabra sería… asumir (en su sentido real en español y no el impuesto del inglés)

Si fuera una planta… una aralia

Si fuera un tipo de clima sería… lluvioso y con neblina

Si fuera un instrumento musical seria… una viola de gamba

Si fuera una emoción sería… ternura

Si fuera un vegetal (verdura) sería… una alcachofa

Si fuera algo dulce sería… ate de guayaba

Si fuera una película sería dirigida por… Wim Wenders

Si fuera un libro habría sido escrito por… Hamsun

Si fuera comida sería… una pasta al dente o un risotto

Si fuera un material sería… seda

Si fuera un gesto sería… una sonrisa abierta y franca

Si fuera un estilo sería… barraganesca

Si fuera un planeta sería... mejor seria una estrella: Polaris

Si fuera un olor sería... lavanda

Si fuera una estación sería... otoño

martes, febrero 19, 2008

Epifanía inexistente



Estacionamos el coche cerca de la Alameda, caminamos despacio hacia el oriente, entramos a Correo mayor y nos detenemos a tomar fotos. Avanzamos disfrutando de las fachadas de los edificios coloniales como si fuera la primera vez que las vemos, nos acompaña la música de los organilleros. La calle que transitamos es la de los perfumes, cada pocos pasos hay una tienda con esencias y frascos de vidrio de todos tamaños, los aromas salen a perseguirnos hasta la banqueta. Nos detenemos a ver a una pareja bailar danzón.

Al llegar al zócalo, nos metemos a un hotel y nos sentamos en la terraza del sexto piso a dejar pasar la tarde mientras bebemos cerveza y tequila. Recordamos, proyectamos, reímos. A ratos se levantan unos y desde la barda se asoman a ver la vida que transcurre abajo. Dos de nosotros se quedan un largo rato ahí, platicando, tal vez llorando por dentro alguna pérdida.

Cuando empieza el viento de la tarde, es mi turno. Veo la gran carpa que ocupa la mitad del zócalo, a un costado Palacio de Gobierno, en frente Palacio Nacional con sus toldos rojos. Del otro lado la Catedral inclinada que me llevaron a ver mis papás hace muchos años, y por alguna razón en ese momento recuerdo el sueter blanco que traía puesto aquel día.

Las personas le dan vida a los edificios. Las hay caminando por todos lados, al lado de la Catedral brujos que hacen limpias con copal y aceites, algunos vendedores de orfebrería, rodeando la carpa una gran fila que nos negamos a hacer, a pesar que todos queríamos ver “Ashes and Snow”.

El sol ya perdió brillantez, ilumina las paredes de piedra con luz rosada. Saco mi cámara y en ese momento la bandera ondea y me enseña el escudo nacional. En una película sería el perfecto momento para tener una epifanía: parada en una terraza, sintiendo el viento, viendo los símbolos patrios, cerca de buenos amigos, después de una tarde deliciosa. Pero no la hay.

Regresamos al coche. Vemos como la tarde se va comiendo los colores y se prenden algunas luces artificiales. La gente avanza sin prisa, vendedores ambulantes ofrecen juguetes que se encienden. Yo disfruto del instante en que la noche empieza y busco la primera estrella para pedir un deseo.

PD La foto es para Nunu. Cuando empezó el viento Pillo dijo que ya había sacado una de la bandera, le dije que sería mejor sacar de la bandera grande, ella ya no quiso y yo la saqué.

viernes, febrero 15, 2008

Confesiones a la luz de un café caliente

De mí se puede decir:

… que soy neurótica, y lo soy, especialmente en lo que se refiere a la forma de preparar el café de las mañanas y al no dejar que nada lo interrumpa, mas que una plática interna o con buenos amigos.

… que me gustan los días lluviosos y fríos, pero sé disfrutar de los días soleados en la playa o el mar.

… que no me gusta levantarme temprano ni correr, pero me levanto tres o cuatro veces por semana y al regresar me siento feliz de haber corrido.

… que disfruto la soledad más que cualquier otra cosa, y sin embargo prefiero la compañía de buenos amigos especialmente si hay un buen café o algo de tinto.

… que me gusta el viento sobre todo si estoy en un velero en el Mediterráneo o el Mar de Cortés.

… que amo la literatura, las letras y las palabras, también que puedo pasar una tarde entera sin levantarme del sillón en que estoy leyendo una novela.

… que cotidianamente me cuido el peso, pero nunca dejo de comer algo que me gusta o de probar aquéllo que no he comido.

… que me gusta ver las estrellas, aunque sólo reconozca a Orion y a Polaris sin la ayuda de una guía.

De mí puedes decir que me quiero enamorar para siempre, pero que amaré (como dice un buen amigo) sólo mientras dure.

lunes, febrero 11, 2008

Juegos en internet

Estos días me entretiene muchisimo la página de Goodreads. Primero subí todos los libros que me acordé, luego llegué a mi casa y revisé el librero para complementarlos. Poco a poco he ido viendo las lecturas de otros y agregando los que ellos han leido que no me acordaba.

Utilicé unas listas que tenía por ahí guardadas donde había ido recolectando títulos de libros leídos. Me pasó algo curioso con esas listas, hay libros que simplemente no recuerdo haber leído. Según yo tengo buena memoria para la lectura de novelas aunque no para la de cuentos: sólo me acuerdo de cuentos que me impactaron. Ahora resulta que tampoco me acuerdo de novelas que se supone leí. En la lista está la novela de García Márquez de Amores y otros demonios, como no me acordaba del tema, busqué y encontré un resumen de la novela y no, de plano no me acuerdo, así es que he dejado fuera estas lecturas que obviamente no me dejaron nada.

No sé si mis calificaciones son del todo acertadas, algunos libros hace tanto que los leí que los califique más por una sensación. Tal vez esa distancia y perspectiva es mejor para calificar. Como quiera, yo soy un poco especial para mis lecturas y calificaciones y sólo le pongo cinco estrellas a los libros que me enloquecen, que están bien escritos y que hablan del conocimiento humano. Es extraño, pero en general prefiero libros con tramas sencillas que las más elaboradas.

Me he entretenido viendo lo que otra gente lee y comparando libros con ellos. Me gusta esta forma de llegar a gente pues es a través de una de mis pasiones en la vida: la literatura.

Me gusta ver las biografías de algunos autores y citas de sus libros. También se puede ver a quiénes les gusta determinada cita. Algunos miembros escriben críticas, es divertido ver qué opinan de libros que ya leiste o de otros que estás por leer.

Hace poco me decía mi sobrino que había que encontrar un juego de internet que me gustara. El está convencido que para todos hay. Creo que ya lo encontré. Puedo vivir en estas páginas.

Si a alguien le interesa agregarme a su lista de amigos avíseme. Estaré encantada de saber qué leen. Si les quedaba duda, sí, soy de las que cuando alguien está leyendo un libro al lado mío en algún lugar público me asomo a ver qué leen.

martes, febrero 05, 2008

Lo que me faltó en el otro post

La casa de Blue y Pan es hermosa. Tiene espacios agradables: una rica y cómoda recámara para invitados, sala y comedor con el lujo de tener vista a un patio que en breve será hortaliza, una pequeña biblioteca con un librero lleno de libros, comme il faut, y la terraza a la que llegaré en breve. La recámara de ellos parece salón de baile: aparte de la cama y una salita hay suficiente espacio para patinar. La cocina es espaciosa y toda ordenada, incluyendo la despensa y las cuatro vajillas (o ya perdí la cuenta porque diario comíamos en una diferente).

Blue tenía café chiapaneco y cubano para prepararme, sabe que es mi delirio en las mañanas. A pesar de utilizar una cafetera de filtro (que no es mi favorita forma de preparar el café) le quedó muy bueno y los dos sabores me gustaron. Además es un privilegio sentarse en esa terraza a comenzar el día, con toda tranquilidad y con rica plática. Los ratos que me dejaban sola, mientras preparaban la comida me quedé acompañada de Mafalda. Sin duda la terraza me hizo sentir en paz, fue donde más tiempo pasamos, es un lugar que invita a relajarse y reflexionar.

¿Cómo puede ser que estuvimos tres días juntos y nunca se nos acabaron los temas? Platicamos de libros, de relaciones, del futbol, de la vida, la infancia, los viajes. Seguimos con talleres de narrativa, gustos y disgustos, cuándo se sabe quién es el amor de tu vida, si existe el destino o realmente somos seres con libre albedrío, platicamos partes de nuestras historias, amores pasados y futuros.

Parecería que nunca conversamos, pero Blue y yo lo hacemos diario por el chat. Claro que nada sustituye el tener a alguien enfrente: poder ver sus ojos aguándose, oír sus carcajadas y sobre todo poder abrazarlos sin ningún motivo, sólo por el simple gusto de tenerlos cerca, de saberlos parte de tu vida.

La Cirrus disfrutó de los espacios, y de las caricias que todos le dieron. Pan hasta la invitó a su regazo. La primera noche le dije a Blue, hay que sacar a la Cirrus y me dijo "está el patio" y le dije "no, ella siente el patio como parte de la casa". Y tenía razón, la Cirrus es sumamente delicada.

Unica reclamación post viaje: Lívida nunca salío de su estuche, y claro que hubo cosas nuevas... Tampoco me dejaron tomar fotos cuando saqué mi cámara.

Me siento simplemente afortunada.

PD Acabo de cenarme unas quesadillas, sí, volví a romper mi dieta pero todos saben que el queso es mi perdición. Y Doña Maritza me regaló todo un quesote tipo Chihuahua que hacen en Aguas y es delicioso. Es de esos quesos que se medio derrite medio no. Empecé por probar un poco antes de hacer las quesadillas y acabé con otro poco de queso crudo. ¿Si tuvieran que escoger cinco cosas para comer/beber hasta el fin de sus vidas qué escogerían? Yo queso, pan, café, vino tinto y tequila.

¿Y los frijoles de olla dónde quedaron?

Yo vengo de una familia en donde comer es importante, donde el cuidado se demuestra a través de la comida. Este fin de semana me halagaron haciendo de comer especialmente para mí.

El viaje lo estuve preparando desde finales del año pasado, y un día Blue me dijo “qué quieres comer cuando vengas?” Yo pensando que se refería a restaurantes dije “quiero ir al merendero”. Luego Blue me aclaró que su mamá prepararía comida para mí y me dio varias opciones, las cuales ya había oido a través de nuestras conversaciones diarias cuando una mañana de lunes me contaba que comió un chicharrón guisado o almorzó huevitos en verde, o un miércoles cerca de medio día que me decía que el menú del día era mole verde o chorizo en salsa.

Así, el día que me preguntó le dije: “estoy entre el consomé de carnero y el mole verde”. Y entonces decidió que habría de los dos.

Antes de llegar a los platillos de Doña Maritza, tuvimos otras comidas deliciosas. El viernes, al llegar comimos unas maravillas preparadas por Pan: pastel de papa y espinacas con crema que acompañamos con un pollo rostizado. Y para terminar un plato de frijoles de la olla. Con lo que me encantan las papas y los frijoles. Pan es muy buen cocinero.

De la mesa nos pasamos a la terraza donde platicamos sin parar hasta como las 11 de la noche que nos fuimos a comer unos tacos. Regresamos a seguir la plática hasta casi las 3 de la mañana.

El sábado desayunamos unos ricos hotcakes con miel de maple pura que Pan preparó. Luego nos fuimos al merendero a comer, te sirven gran cantidad de comida, toda deliciosa: quesadillas, sopa de habas, requesón, totopos, tostadas, chicharrón, carne guisada con arroz, chicharrón guisado con frijoles, para terminar fruta picada con cacahuates, y el favorito de Blue (y mío), papas guisadas en una salsita roja como adobo.

En la tarde paseamos por el centro y nos sentamos a tomar café. En la noche, de regreso en casa seguimos la conversación otra vez hasta las tres de la mañana.

El domingo tomé un café cubano en la terraza y luego me metí a bañar. El baño se complicó pues se acabó el agua, no, no el agua caliente, el agua en general. Yo llena de shampoo. Le grité a Blue y dijo que en unos minutos habría agua, pero a la hora de llenar los tinacos se hizo una burbuja y nunca salió agua. Acabé bañándome a jicarazos con agua fría y gritando cada vez que me caía el agua en la espalda. Al salir me tomé otro café y como los invitados no llegaban nos comimos unos taquitos de pre-almuerzo. Uno de mole verde y otro de chicharrón. Qué difícil decidir cuál estaba más rico, tuve que escoger de cuál quería otro. Me fui por el chicharrón.

Cuando llegaron los invitados, unos tíos de Blue y sus papás, nos sentamos a comer un delicioso consomé de carnero. Se me hace agua la boca de recordarlo. El procedimiento es el siguiente: se hace uno un taquito de la carne y va comiéndolo junto con el caldito que tiene garbanzos. Dicen que hay que ponerle unos trocitos de chile de árbol doraditos al caldo pero para mí estaba suficientemente picoso, asi es que me comí el chile a mordidas con el taco de carne. ¡Realmente inigualable!

La sobremesa del almuerzo la hicimos otra vez en la terraza, con una deliciosa plática con los papás de Blue. En la tarde llegó Doris y cambiamos el tequila por un vinito tinto. En la noche salimos a comer chascas y churros y pasear por el jardin de San Marcos. De regreso más conversaciones. Esta vez sólo hasta las 12 de la noche pues al día siguiente tenía que manejar.

Ayer íbamos a ir a las gorditas de Victoria a desayunar, pero para que no se me hiciera tarde decidimos almorzar en casa: acabamos con el caldo. Luego me empacaron unos trastecitos con mole, arroz y chicharrón. En el camino venía pensando que no me pusieron tortillas y que yo iba querer llegar a comerme un taco, así es que al llegar a casa le pedí al portero unas tortillas. Me fui comiendo de dos en dos taquitos, uno de cada guiso hasta que ya no pude más. Afortunadamente me sobró suficiente para congelar y sacar otro día que necesite “comfort food”.

Gracias Doña Maritza por mi itacate y las deliciosas comidas. Gracias Don Luis por acompañarnos. Gracias Pan y Blue por ser tan buenos anfitriones.

Hoy me siento reconfortada: llena de pláticas y comidas hechas especiales para mí.

miércoles, enero 30, 2008

Un TBA

A Blue y a Triple, se les ocurrió (claro porque son reteocurrentes) que mi blog las hace pensar. Las dos decidieron honrarme con el TBA.



Gracias a las dos. Es lindo pensar que lo que escribo lleve a alguien a reflexionar en algún momento de su día o de su vida, especialmente si estas dos lectoras son mujeres inteligentes.

El caso es que esto tiene reglas. Ahí les van:
a) Si recibes el premio, escribe un post acerca de ello e incluye en él siete blogs que te hacen pensar y enlázalos.
b) Pon en tu post un enlace al blog del premio para que se pueda encontrar el origen de éste.
c) Coloca visible el “Thinking Blogger Award” con un enlace al post que escribiste.

Y como me toca decidir cuáles blogs me hacen pensar para otorgarles el "Thinking Blogger Award 2008" pues les dejo mi selección.

Aunque parezca retribución, no lo es, disfruto inmensamente los dos blogs que me premiaron:
Tales of a (desperate) housewife
Sette

También disfruto de estos otros:
Enfrentamientos
Long
La bitácora de Lau
Biz zu dern sternen
La quinta pata

Hubo algunos runners up, pero sólo tengo derecho a premiar a siete, lo siento.

La ballena

Hemos estado casi una semana veleando en el Mar de Cortés. Llegamos hasta los Islotes y vimos los lobos marinos, anclamos en Puerto Ballenas en el oeste de la Isla del Espiritu Santo. Cultivamos almejas chocolatas en una bahía. Una tarde veleamos hacia donde nos llevara el viento para tratar de obtener la máxima velocidad acompañados por unos delfines.

En las tardes, después de colocar a Stargazer en un buen lugar para pasar la noche protegido del viento, nos tiramos al mar frío de mayo y nos sacamos de la piel el sol del día. De regreso en el barco tomamos un poco de vino blanco o tinto mientras preparamos la cena.

Planeamos cuidadosamente los menús, hicimos una lista de provisiones para que no faltara ni sobrara nada. Yo viaje del DF con botellitas y bolsitas de diferentes condimentos y especies en mis maletas. Comimos cordero en mostaza, langosta con mantequilla y camarones en diferentes salsas. Un día cenamos lo que pescamos por la tarde: unos peces que no logramos encontrar en el libro de vida marina de la zona.

Y en la noche, al terminar de recoger los platos sucios, nos acostamos en la cubierta a ver las estrella.

Conocemos mejor las estrellas de invierno, pero fuimos familiarizándonos con las de primavera. Identificamos a Arturo en el vértice de Bootes o el Boyero. Hacia el sur vimos a Denebola en la cola del Leon y a Spica en medio de Virgo. Atamos con una línea imaginaria las esquinas contrarias de la Osa Menor que apunta a mi favorita: a aproximadamente un ángulo de 25 grados del horizonte está Polaris.

Estamos en el camino de regreso, pasamos la noche en el Estero los Lobos. Es nuestro último día en el mar, mañana tendremos que entregar a Stargazer y retornar a tierra.

Aprovechamos el escaso viento del sureste para velear. Es cuando lo oigo. Parece que un tinaco se desborda y se vacía desde la azotea de un edificio de diez pisos. Lo vuelvo a oír.
- ¿Oiste?
- ¿Qué es? – pregunto.
- ¿Qué crees?

Lo leo en su mirada: es lo que espero desde que subimos al barco. “Es muy tarde” me dijeron el día que nos entregaron el barco. Yo jugué diciendo que al día siguiente me levantaría más temprano, sabiendo perfectamente que se referían a lo tarde en el año.

Y ahí, a menos de un kilómetro nadando hacia el viento van las ballenas.

Las ballenas estan al suroeste de nosotros, como el viento viene del sureste es más fácil navegar con motor. Tratamos de prenderlo. Un intento, dos, el motor no prende. No podemos ir directo hacia ellas, nos acercamos veleando hacia el oeste.

Poco a poco se ven más cerca, brincan y se zambullen, el ruido del agua es cada vez más fuerte. Las veo a unos cientos metros de mi y no me cabe en la cabeza como un animal tan grande puede ser tan gracioso y ágil.

Siguen su camino hacia mar abierto cuando una de ellas decide venir a explorarnos. Se acerca, le da la vuelta al barco, baila a escasos veinte metros de nosotros. Nos muestra su piel negra y brillante, saca un chorro de agua y se va meneando su gran cola como toda una bailadora de salsa.

Durante unos instantes no me puedo mover. “Había que levantarse temprano” digo, todavía sin creer en mi suerte.

jueves, enero 24, 2008

Cenando en casa


Debería estar dormida pero me cuesta trabajo desacelerarme. Necesito un rato para terminar de prepararme para dormir.

Hoy tuve cena en la casa. Me gusta recibir, me encanta ver mi casa con una luz suave y flores, poner música y preparar una cena rica: crear un ambiente. No sé por qué no lo hago más seguido, tal vez por la ansiedad que me provoca el que todo esté perfecto. Me angustia que la cena no quede rica, que la gente no llegue, que algo esté fuera de lugar, que no haya de qué platicar.

Hoy puse flores amarillas y moradas, el menú fue sencillo y dietético (mis amigas se la pasan a dieta): arroz blanco, ejotes al vapor, salmón a la oriental (Mond, gracias por la receta), frambuesas y zarzamoras con crema batida. Prendí algunas velas y solo los focos necesarios. Me dijeron que hacía mucho no iban a una cena con un menú tan rico. Todo quedó perfecto, hasta el arroz (dicen que cuando el arroz te queda bien estás lista para casarte, yo creo que yo no estoy aunque el arroz me quede bien).

Me siento contenta, quiero más fiestas en la casa.