viernes, febrero 16, 2007

Inicio y fin

Las sensaciones se van empalmando hasta que forman una masa sin forma. No se puede distinguir una de otra. Estan enredadas, enmarañadas, colapsadas. Me alejo de la masa, tal vez si la veo desde otra perspectiva pueda entenderla. Me pierdo. Las cosas prácticas desvían mi pensamiento: cuántas cajas más necesito, cómo empaco la lámpara, cuánto peso aguanta la caja. La masa queda ahí esperando ser descifrada. O tal vez ni siquiera eso, sólo queda ahí fermentándose.

A veces al dejar descansar los pensamientos, éstos se ven distintos y cuando volteas, logras distinguir lo que antes no podías. ¿Cómo nombrarlo? Sucesiones de cambios. Recuerdos que se escapan al mover los muebles que estuvieron fijos durante 3 años. Expectativas del espacio nuevo. Olores del pasado que se mezclan con los de hoy. ¿Cómo llegué aquí? ¿Quién es la que se va ahora? Inicio y fin que se mezclan.

jueves, febrero 15, 2007

Sensación y palabras

Una sensación me invade y desaparece sin que pueda identificarla. ¿Nostalgia? ¿Nostalgia de qué de quién? No sé de qué se trata. La sensación regresa y se vuelve a ir. Tiene sabor de expectativa, y un color indestiguible como el de los coches en la carretera cuando empieza a anochecer. Cuando trato de asirla dándole nombre, se vuelve a escapar. La veo irse pero no logro detenerla. Pregunto en voz alta: “¿por qué te escapas? Me regresa un eco de las paredes y estantes vacíos. Todo está ya en cajas. Tal vez es la sensación de la mudanza. Las sensaciones se mezclan, se escabullen. No hay nada claro. A mí me gusta entender, me gusta investigar y nombrar. Todo se deshace al nombrarlo y quedan trocitos de algo indefinido en las manos. Algo que no tiene olor ni textura. Trozos de nada que se desbordan y llenan el vacío. Vacío de nombres, fechas, datos, direcciones, numeros, palabras. Las cosas no siempre son nombrables. ¿O sí? Llego al viejo problema linguistico de si las cosas existen porque hay una palabra para nombrarlas o si pueden existir sin que existan palabras. Orwell habla algo de esto en 1984, la idea en la novela es que van desapareciendo palabras del diccionario para que desaparezcan las cosas a las que nombran esas palabras. ¿Y entonces, si no tengo una palabra no existe la sensación?

domingo, febrero 11, 2007

Elegir un libro

Lau dejó tarea. Mond me la recordó. En un intermedio de empacar para mi mudanza la hago.

Instrucciones:

1. Elegir un libro.
2. Abrir en la página 123.
3. Ir a la quinta oración.
4. Copiar las siguientes tres oraciones para luego publicarlas en el blog.
5. Citar libro.

Entró, dio un paso y se detuvo, dejando detrás de sí la puerta abierta. Llevaba el morral a la espalda; el palo en la mano; en los ojos una expresión ruda, audaz, cansada y violenta: iluminábale el fuego de la chimena: estaba espantoso. Era una aparición siniestra.

Victor Hugo. Los Miserables

Estoy empacando libros y la elección la hice del que tenía más cerca, no del que leo actualmente.

No le paso la tarea a nadie pues igual casi nadie la hace. Si a alguien le dan ganas de hacerla avisen aquí para pasar a leerlos.