jueves, marzo 30, 2006

Unos días en Nueva York (parte 2)



Llegué después de la media noche a NY y todavía al arribar a casa de Luz María nos quedamos platicando hasta pasadas las 3 de la mañana. Ver a viejas amigas siempre es reconfortante.

Luz tiene casi 18 años viviendo en NY, y cada vez que nos vemos, nos despedimos como si nos fuéramos a ver al día siguiente. Es una regla que puso ella desde la primera vez que la fui a ver. Ahora cuando estaba allá recordé esta forma de despedirnos y pensé que de alguna forma asi es: cuando nos volvemos a ver es como si nunca nos hubiéramos dejado de ver.

Cuando salgo de viaje, me gusta que haya algo que marque los días de la estancia, algún pequeño rito que al repetirse hace sentir la permanencia en ese sitio. En esta ocasión fue el café de la mañana. Luz se levantaba y ponía café recién molido. Yo guardaba el sofá cama para tener espacio para sentarnos a tomar el café sin prisa.

No hay nada como las pláticas interminables con las mejores amigas, son pláticas llenas de certeza, nostalgia y futuro.

10 comentarios:

Lutz_saa dijo...

Qué lindo estar en uno de tus relatos. Y gracias por compartir conmigo una inquebrantable amistad que, después de tantos años está poblada de anécdotas y personajes. Y sí, ahora el café de las mañanas está acompañado de tu presencia. Gracias por ser mi amiga por siempre. Te quiero. luz

Mond dijo...

Cuando las vi juntas, basto solo un momento para admirar el lazo tan fuerte que tienen. Las quiero y gracias por compartir conmigo un cachito de su inquebrantable amistad.

Anónimo dijo...

Nada, pero nada como las amigas.
Mi mejor amigo me dijo:
"Cuídame, porque los amantes van y vienen, los amigos,.... son para siempre".

A ver cuando nos vemos.

Un beso.

Enigmática dijo...

Que linda amistad, como pocas, verdad?

Anónimo dijo...

Así que estabas de viaje Tramontana.

Comprendo lo que significan esas pláticas interminables.

Lo extraordinario de una amistad.

Te felicito por eso, por ir y por disfrutar, por compartir.

Y por las imágenes.

Silmariat, "El Antiguo Hechicero" dijo...

Yo tengo a mi amada "Emperatriz China", sé de lo que Usted escribe.

Todo lo mejor para Usted.

PS: Siempre es un placer visitarle y maravillarme al encontrarla en mi casa. Muy agradecido, como diría Don Pedro.

dijo...

Al igual que muchos, vivo lejos de los míos y es divino ir de visita y las largas pláticas hasta la madrugada son lo mejor que hay.

Las verdaderas amistades son las que la distancia y el tiempo no les afecta.

Lutz_saa dijo...

Pues si, mi amistad con Sylvia es para siempre y está marcada por muchos detalles, vivencias y complicidades. Creo que nuestra amistad no es circunstancial, creo que ya estaba escrito en nuestras vidas. Te queremos mucho siempre, Luz y ahora Leonardo.

Héctor Ojeda dijo...

Sí muy de acuerdo, esas pláticas con amigos que no se ven siempre son muy sabrosas y fraternas. Un saludo y good lucky.

Anónimo dijo...

¿Un mejor amigo? ¿Una mejor amiga? Es el más valioso tesoro que pueda tener el ser humano. Quienes lo tenemos, debemos sentirnos afortunados y abonar constantemente esa relación.

Besos