jueves, enero 05, 2006

Ninguno de los dos (version 2)

(Nota: Para los que ya leyeron el post de ayer... pues ni modo, es repetido pero editado. Para los que no, mejor lean esta versión. O si andan muy literarios lean las dos y me dicen cuál prefieren. )


No quiero acabar de despertar, siento tu cuerpo tibio al lado del mío y sé que se esfumará la rudimentaria intimidad que construimos al hacer el amor anoche. Nuestra cercanía se deshace fácilmente con cualquier movimiento o gesto, con una sílaba pronunciada a destiempo.

Al principio la intimidad se reforzó con cada palabra y cada silencio por igual. Hasta los desacuerdos fabricaron nudos que nos ataron invisiblemente.

Tu respiración a mi lado por la noche, tu mirada por encima de los lentes de lectura al llevarte un té, tu forma de acomodar el sartén para que quede justo en medio de la llama de la estufa, tu necesidad de besos y abrazos por la mañana, el olor a leña que tiene tu ropa como si dentro de ti hay un tronco que se quema y ahúma todo.

Cada gesto fue trenzando hilos delgados que se entrelazaron para hacerlos irrompibles. Nos confirmamos la indestructibilidad del vínculo, no sólo con palabras, también en la cama. Me tomaste con una certeza que perforó la piel y se infiltró por la sangre: se creó una realidad incuestionable.

No supe en qué momento dejaste de verme, tus ojos se quedaron fijos en la lectura, si acaso murmuraste un "gracias", una palabra innecesaria entre nosotros. O tal vez fui yo la que dejé de llevar el té porque ya no necesité descubrirme con tus ojos.

Un día que regresaste del trabajo tarde o yo temprano, la forma de hacer el amor cambió. Dijimos que estábamos cansados, que es la mejor forma de no explicar nada. Nos sentamos a ver la tele con las manos enlazadas.

Buscamos regresar al pasado en lugar de crear nuevas cercanías. Hoy creo que la historia nos hizo permanecer más allá de los tiempos razonables. Debimos ser capaces de irnos, sin pleitos, sin reproches, dando las gracias por lo que fue, aceptando que el pasado no se puede revivir. En cambio, nos empeñamos en buscar las razones, en culpar el uno al otro, y en tratar de cambiarnos.

Los hilos se fueron rasgando uno a uno, dejando terminaciones nerviosas expuestas. Un día dejaste de acompañarme en la cocina, ya no pusiste el sartén en su lugar, y en tu ausencia yo sentí que me machuqué un dedo en la puerta.

Otro día no busqué tus labios antes de levantarme de la cama, y probablemente sentiste una languidez como si te comenzara a dar gripa.

Algunas noches buscamos recuperar las sensaciones irrecuperables, pero los reproches me cubrieron el cuerpo y no me dejaron sentir tus manos, y la indiferencia hizo que mi saliva te supiera amarga. Nada nos preparó para descubrir que nuestros cuerpos ya no reaccionan igual a las caricias.

Ninguno de los dos quiere pronunciar las palabras o simplemente tomar sus cosas e irse. Hacer el amor anoche fue otra forma de resistencia. En el momento que me mueva o pronuncies una palabra comprobaremos que todas nuestras terminaciones nerviosas están sensibles y que la frustración ha empezado a convertirse en violencia pasiva.

La relación la fabricamos los dos, por eso ni tu ni yo nos atrevemos a terminarla.

20 comentarios:

Proyectos, Trabajos y Galería de fabiancavazos dijo...

huy... las relaciones que terminan por mutuo acuerdo pueden tener mejores finales que las que terminan por desición de un solo lado, y la verdad, son muy dificils de cerrar esos capítulos, más cuando quien comienza a cerrarlos, no los cierra por completo...

Anónimo dijo...

Las dos versiones me conmueven. Me recuerdan los días y meses de las sozobras, que son como irse cayendo lentamente en un pozo negro y profundo. Hasta la angustia me revuelve de nuevo.

Anónimo dijo...

Llevo una relación desde hace algún tiempo y estoy sintiendo lo mismo. Los silencios se hacen eternos y la vida se escurre por el salón manchando las paredes.
Ayer volvimos a tener un encuentro y a pesar de llegar a disfrutarlo, me dejó un sabor a desconsuelo que oculto debajo de mi piel.
Mi relación hace aguas y no hay orilla cerca...
...ambos lo sabemos y seguimos como si nada, somos un par de cobardes, el miedo a estar solos sólos es terrible. Y de eso no se habla, a pesar de ser una niebla pesada y asfixiante.
Amanece, cada día tengo la esperanza de volver a aquel ayer que prometía y no sé si es un absurdo sueño.
Hace unos días leí tu anterior versión y me sentí desnudo.
Uno piensa en esos amores de toda la vida, como en los libros, como en esas películas cursis de matinée…, qué iluso podemos ser. Todo tiene su final y nunca hay finales felices.
Caracas es una ciudad que agobia, me perdí este diciembre en otros horizontes a ver si otros aires dieran nueva oportunidad y creo que fue una perdida de tiempo y dinero. Bristol no es una solución, ninguna ciudad lo es si los que viajan buscan una formula para remendar sus almas.
Me dejas triste, no es tu culpa. Tú escribes, los dramas lo llevamos y lo ponemos nosotros.
Por primera vez, desde que escribo en este medio oculto mi cara y mi identidad, aunque sé que sabes quién soy.

Tramontana dijo...

Fabian: Me da gusto verte por aqui. Es cierto, lo peor es cuando los finales se extiendes innecesariamente.

Noemi: Siento mucho revolverte el pasado... y también me da gusto... lo siento.

Anon: Sí, creo saber quien eres, o más bien lo sé. Siento que te pongas triste, pero a veces la tristeza sirve para reflexionar y moverse a dónde uno tiene que ir. Yo no creo que las relaciones tengan que terminar, pero creo que sí se tiene que crear "nuevas cercanías". En palabras de Sabina: "En Comalá comprendi que al lugar donde has sido feliz no deberías tratar de volver". Tampoco soy creyente de seguir en una relación solamente por no estar solos.
Suerte en encontrar tu camino.
Un fuerte abrazo

Anónimo dijo...

Tramontana:
Siempre te leo pero no soy blogger.
Quedé impresionada por el anonymous.
Siento ser su"pareja" pero que no me lo dice porque se ha transformado en un blogadicto y ha roto nuestra comunicación.Que incríbles fenómenos pueden ocurrir en RED.

Anónimo dijo...

Sylvia, ¿por favor me das tu número telefónico que necesito hacerte una consulta urgente?

qquenaqp@hotmail.com

Pablo Perro dijo...

A la chingada, esta es una de las pocas cosas que me cagan de escribir (Escribir ficción, por cierto, para los que no se han dado cuenta, que hay muchos) que de pronto resulta que porque uno hace un esfuerzo por describir una situación que a veces ni siquiera ha vivido sino que toma como punto de partida para construir una serie de imágenes que comuniquen emociones, que toquen el corazón del lector.

Peroaún así, eso no le dá derecho a ningún lector a pensar que uno puede ser depositario de sus problemas si es que se identificó con el mood de una narración o un cuento. !Vayan a terapia! Compren el libro de Sylvia cuando lo editen, si quieren, pero no vengan conque quieren que ella les resuelva sus problemas. ¿No les parece totalmente fuera de contexto? Si no tienen amigos metanse a clases de macramé para que conozcan gente, pero nadie les ha preguntdo sus problemas personales ni les ha ofrecido consejo, ushquele!

Tramontana dijo...

Es cierto P, creo que yo soy la menos indicada para dar consejos, un amigo cercano los puede dar mucho mejor.

Además la narradora no soy yo, como bien dices es ficción, aunque creo que a veces confundo a mis lectores porque algunas cosas que escribo sí son cotidianas y personales.

Anónimo dijo...

Sr. Perrofeliz:

Cuántas veces Usted ha visto una película (de Woody Allen), escuchado alguna canción (de Lola Beltrán, por ejemplo) o leyendo la prensa (El Universal) y de repente se encuentra con parte de su vida. Esos pequeños momentos en donde nos vemos reflejados y hasta se nos humedecen los ojos.
Eso nos hace humanos. Por lo menos eso, humildemente, creo.
No he pedido consejos, tan sólo plasmé lo que estoy viviendo y me sentí reflejado en el maravilloso texto de Tramontana. Eso es pecado? Debo hacer acto de contrición, debo flagelarme en alguna plaza pública?
Además, para no hacerlo más patético, usé mi derecho al anonimato.
Ser inteligente no es otra cosa que la capacidad de resolver problemas. Pero antes de encontrar “LA” solución se vive un momento de duda, de incertidumbre..., soy humano y también tengo el derecho al equivocarme.
Lamento, realmente lo lamento él molestarle y también celebro, y muchísimo, que Usted sea un Perro Feliz.


A Tramontana, mis disculpas, extensivas también a todos los que tienen el honor de leerle.

PS: No sabía que “Anónimo” era privado, ofrezco mis disculpas nuevamente. Prometo no volver cometer el mismo error.

cris dijo...

Me gusta esta....

El "Dulzor de Ostras" dijo...

Es grato leerle, ya que nos hace meditar y tienes una maravillosa forma de narrar. Real o no, eso no importa, lo cierto es que tienes talento, de ello no hay duda.

Gracias por sus visitas, y ya sabe, es su casa.

PS: No entiendo la polémica.

Lutz_saa dijo...

Esta mañana me levanté feliz porque mi hijo volvía a la escuela después de dos semanas de vacaciones más una semana sin clases por la famosa huela del transporte público. Volví a casa y encontré un mensaje de mi asistente diciendo “que tenía que ver a su médico en el consultorio, no en la clínica, donde estará el viernes” – rayos, se me empezó a torcer el hígado. Hace dos semanas que sabía que yo necesitaba el día pero prefirió su comodidad. Vengo a trabajar y mi mal humor crece a pesar de que ya le eché el rollo a un buen amigo venezolano. Decido tomar un descanso para leer a Tramontana, tal vez me distraiga un poco. Leo y de pronto me encuentro carcajeándome: Señor Anónimo, no sea tan dramático, si tiene pareja atiéndala de frente, no a través de la red. Señor Perrofeliz, qué bueno que es usted un perro feliz, que además parece no tener pelos en la lengua y escribe con mucho sentido y objetividad. Tramontana, si te tuviera enfrente creo que te contagiaría mi risa (reprimida, porque estoy en la biblioteca). Gracias a todos por escribir y con ello hacerme reír en un día como hoy! Lutz

Pablo Perro dijo...

¿Ya ves anónimo? Como te dije "Ushcale!" prestale atención a su vieja que se te vá, y al rato vas a estar chillando más y ni quien te aguante, porque de seguro eres de los que despues se preguntan desconsolados "¿Porque se me fue?".

Y bueno, ya comentando, esta versión me gsuta muchomásporque siento que se resolvieron algunos detallitos con el manejo de los tiempos que en la primera no mehabían gustado, y se recortó algo de tela sobrante, la edición hace cosas maravillosas a veces.

Anónimo dijo...

Había pasado varias veces sin comentar porque cada cual tiene su forma de matar las pulgas al momento de corregir los textos y eso es parte del aprendizaje de su propio trabajo en el que no soy quién para meter mano.
Ayer quise decir algo al margen del debate que encuentro saludable pero algo ocurrió en la ventana para ello, que no abrió. Hoy lo he intentado varias veces antes de poder hacerlo.
Solo compartir que el texto quedó más conciso que en la versión anterior, y noto que forma, o formaría, parte de algo más, quizás para un personaje de una historia mayor.
En sí mismo podría ser más complejo, también. Pero aún así, como te dije en el comentario de la versión anterior, me recordó momentos de mi pasada relación y te dije que el tema llamaba a identificarse con él.
Sobre esto, pues qué bien que ocurra, pese a que hay extremos en los que se puede caer, como el que causó el debate que mencioné.
Creo que eso es parte del quehacer literario: tocar al lector, y entre más, mejor.
Obviamente quien narra no es un facultativo sentimental sino el espejo de la vida.
NOTA: El problema con esta ventana, sigue. No acepta 'Blogger' sino 'Anónimo'.
http://julsuan.blogspot.com

Silmariat, "El Antiguo Hechicero" dijo...

Buen ejercicio literario y de la polémica, paso de largo.

Todo lo mejor para usted.

PS:Siga escribiendo, tiene talento y Usted lo sabe.

Argüello dijo...

Excuso participar en la polémica. El texto es delicioso, bastante amargo... Y no creo que Sylvia dé la idea de que tiene respuestas para las relaciones. Me gusta cómo se filtra la realidad y la ficción, creo que es una buena técnica. Y por favor a todos, déjense de mamadas y ponganse a leer, que para eso son este tipo de blogs. Saludos.

Pablo Perro dijo...

Arguello dixit

Anónimo dijo...

Te dejo una tareíta en mi blog que a la vez me pasaron a mí, si quieres la haces si no, no tiene importancia.

Abrazos....
(Está pendiente el cafecito, no?)

Anónimo dijo...

"Nuestra cercanía se deshace fácilmente con cualquier movimiento o gesto..." será el exceso de cercanía, precisamente lo que hace que las relaciones se vuelvan frágiles en la monotonía, la rutina??
He visto mucho de estos casos....

Ficción o realidad, me encantó esta segunda versión.

Dharma dijo...

Holis Sylvia!
Te paso es testigo de la nueva epidemia de las preguntas y respuestas en la bloggósfera.
Date una vuelta por casita y verás.

Enjoy!