No sé cómo logras colarte en mis sueños cuando ya te saqué de mi vida.
Estaba enojada, te pegaba, te quería lastimar pero no te alcanzaba. Te gritaba, te reprochaba, te insultaba, pero las palabras tenían aún menos fuerza que los golpes. O tal vez estabas demasiado lejos, como siempre. Pasé horas peleándome con tú fantasma y al despertar me dolían los brazos y me había quedado sin voz y sin palabras.
miércoles, septiembre 14, 2005
Volví a soñarte
Publicadas por Tramontana a la/s 11:42
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3 comentarios:
Los sueños endemoniados... Supongo que sirven para recordarnos lo débiles que somos ante los instintos, deseos e impulsos más básicos... Suelen pasarme cosas similares.
Salud por eso, alzo mi caña ante tus sueños mis sueños y los sueños del vecino.
Malditos sueños deliciorosos.
Salud.
Ohhhhhh... a mí me pasa lo mismo muchas veces!!!!
Extrañamente, quedo aliviada pues significa que NO LO HE PERDIDO... como tú tampoco :)
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