Han pasado tres años y aún puedo decir “te conozco” cuando leo tus palabras. Sé cómo vas a reaccionar y qué eres capaz de hacer. No sé si lo intuyo o sólo lo pronostico, pero desde hace unas semanas he sabido cuáles serán tus pasos. Lo que en otra época fue divertido, ha perdido ese misterio del reconocimiento.
De nada me sirve adivinarte, igual me trastornas un poco. No quiero verte, no tengo nada que decir. Fuimos los mejores amigos ¿y cómo le explico a mi espíritu que ya no tengo nada que ver contigo? ¿A dónde se fue el amor que te tuve? Tal vez es como las ganas de jugar a las muñecas, desaparece y las muñecas se quedan en una caja botadas. La niña que jugaba a las muñecas ya no existe.
Seguiremos en rutas paralelas, no hay razón para volvernos a cruzar.
4 comentarios:
Tu lo dijiste: combinación de ego y curiosidad. Si acaso te buscó, no fue a profundidad porque de haberlo hecho, te hubiese encontrado sin problemas.
...y un día, sin desearlo siquiera, uno se encuentra así, de golpe con el pasado y por más que se intenta... uno ya no recuerda en qué momento todo quedó atrás.
Un beso, hermana.
"Rutas paralelas" es como vivimos con muchas personas una vez que éstas dejan de "estar" en nuestras vidas. Así, un día, sucede sin que te des cuenta.
o sucede y si te das cuenta..pero al final sucede y solo quedan los recuerdos y todo parece lejano y extraño y te ves diferente y lo ves diferente y la distancia es grande...infranqueable..como si todo hubiera sido un sueño...me gustó mucho lo de las muñecas...había extrañado tus posts...espero vernos pronto....
Publicar un comentario