Cómo quisiera encontrarte nuevamente, en algún lugar del día. Sé que no andas por los sitios donde yo ando, nos tardamos años en coincidir.
Ahora tu recorres calles de otros países y ves otras montañas. Yo me quedé viendo el mismo cielo contaminado. Cuando vuelvas, si es que vuelves, yo no te estaré esperando, porque no tenemos un futuro, sólo tuvimos un presente, no hubo promesas. Así deben ser las relaciones: sin promesas, sin futuro. Me tardé en darme cuenta.
Y si el tiempo no es lineal como dicen algunos, entonces el presente se repite.
Quiero volverte a ver pero no cualquier día, no existen otros días. Quiero verte el mismo día: no hay futuro, no hubo pasado, sólo ese presente que existe en algún lugar que desconozco.
Y si el tiempo no es lineal es sólo cuestión de encontrar el lugar donde está ese presente.
jueves, agosto 25, 2005
El mismo día
Publicadas por Tramontana a la/s 08:19
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
4 comentarios:
Siempre afirmaré que el tiempo es una espiral. Las líneas son producto de nuestra imaginación que buca inalcanzables.
Bienvenida a la blogósfera!
Sí, toda linealidad es imaginaria.
Gracias por visitarme.
No hay otro momento, es cierto... Supongo que a la vez es la virtud y la tragedia de esta vida. La virtud está en ese congelamiento de las cosas, en esa caja de cristal que se llama pasado y donde guardamos los recuerdos. La tragadia está en la negación de esto, en el deseo absurdo de no respetar esos límites de las cosas, de las relaciones, todo eso que llamamos melancolía... A veces quisiera revivir a los muertos, pero son intentos que sólo nos llevan a morir un poco más. Gracias por tus comentarios en mi blog. También es un placer leerte.
Adriana, a mí también me cuesta trabajo soltar el pasado, pero es cierto lo que dice Antonio, es una tragedia no respetar los límites. Y por otra parte lo que vivimos es ya parte de nosotros, tampoco es cierto que se vaya del todo.
Antonio, me da mucho gusto que hayas paseado por aca.
Publicar un comentario