Te escribo hoy porque sé que piensas en mí diario, como yo también pienso en ti. Pero no es en mí en la que piensas, no la que soy hoy.
Fuimos otros, otros los que nos amamos y a los que añoramos, pero esos que fuimos no existen ya. Y cuando te evoco es a aquél al que pienso, con el que reí y caminé y lloré y sobretodo platiqué.
Hoy ya no exisitimos, somos fantasmas pero no nosotros. Nos matamos el uno al otro, fue la única forma que encontramos para seguir viviendo. Fuimos otros. Ahora somos estos. Estos que vivimos con el pasado, algunos días a cuestas, otros días simplemente viviendo. No hay día en que no te recuerde, a veces sólo inconscientemente, otros con todas las letras. Seguirás en mí mientras viva, pero no el tú que eres hoy y desconozco, sólo el tú que fuiste, al que amé y al que maté ... y aparece tu sombra de cuando en cuando para decirme que no he logrado olvidarte del todo, que aún cuando estés muerto queda algo de ti en mí. No podría ser de otra manera, si me di como me sé dar: toda e incondicionalmente, ya sé, una exageración. No creo que todos sepan amar así.
Y al darme me marcaste, estás gravado en mi espiritú, no se puede amar y borrar a la persona que se amó. Algo sobrevive. Algo se mantiene en el espíritu. Se puede olvidar el amor pero no se desprende uno de la persona amada, es como una maldición o una bendición que te acompaña para siempre, que te recuerda de lo que eres capaz. Que te recuerda que alguna vez amaste, que alguna vez te saliste de ser lo que eres para ser en otro.
jueves, noviembre 15, 2007
El abuelo de Lorenzo
Publicadas por Tramontana a la/s 13:09
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
9 comentarios:
...de pronto quedamos con marcas, cicatrices que sólo nosotras sabemos que existen, y que al pasar los dedos sobre ellas... muy suave, pero duelen.
Te quiero sis, harto mucho asi.
todos volvemos amar...no igual..diferente..mejor...aun así siempre quedan las huellas del otro en uno, cualquier cosa las dispara, un libro, un olor, un lugar...bendita memoria que nos trae el pasado de vuelta al presene y nos sacude sabiendo que estamos vivos...
Siento un gran deseo de "otredad" en ti... en tus historias, en tu pasado y -quizás- también en tu presente y tu futuro.
Así es como yo percibo al amor, como entrega total, incondicional, un acto de fé.
no existe mejor selección de palabras, al parecer es una sintoma de la postmodernidad o que se yo, hoy soy tu, hoy siento que es hora de matar a ÉL de ayer.
diablos. luego de comentarios tan bonitos no se como decirte lo que pienso sin sonar como un barbaro y cinico.
oh, alli estas..
mejopr te lo digo en privado
cada amor es distinto, cada amor es intenso a su modo y debe vivirse como si no hubiera anteriores y no fuera a haber nada despues
abrazo
y será dificil volver a ser el mismo... para que me quieras igual... tu tambien cambiaste...
me quedo con que es una bendición... te amé... y eso se queda.
buenas letras, un saludo.
el amar es un descubrimiento diario, espero lo sea asi para ti
saludos
nos vemos en nuestros blogs
Me gusta lo escribes. Solo quería decírtelo.
Si quieres saber algo de mí visita mi papgina web: www.cerámicafango.com.
Besos.
Publicar un comentario