Hace varios años fui a NY y me quedé en casa de mi gran amiga Luz. En la noche, a la hora de preparar la cama para que yo durmiera sacó unas sábanas. Las empecé a extender y luego cambió de opinión.
- Toma estas mejor.
Me puse a doblarlas con todo cuidado, las puntas juntas, cuando me dice:
- ¿Por qué las doblas tan perfectas? Igual que Ingrid.
Estoy a punto de contestar “porque mi mamá me enseñó” cuando agrega:
- Dice que porque su mamá la enseñó así.
Siempre lo hemos dicho, nuestras mamás se parecen mucho.
Güera, puedes estar segura que seguirás con nosotras, cada vez que doblemos una toalla o una sábana.
7 comentarios:
ustedes que son buenas hijas... yo nunca he podido hacer las cosas tan bien como mi mamá, La Chachis.
Un abrazo.
En todo momento y en cada una de mis respiraciones, en mi corazón y en mi mente, estarás en mí porque soy parte de tí.
Yo tampoco he aprendido a hacer las cosas como ella, ni como mis abuelas.
No tengo mucho que decir que no sepan ya. Las quiero y me duele mucho lo que están pasando.
Las abrazo con todo mi corazón.
Yo no se doblar sabanas muy bien...pero si se que mi mama las dobla perfecto...el vinculo con una madre es para siempre..para todas las vidas...
Curiosamente, a mi me enseño a doblar las sabanas mi papa, pero nunca aprendi. Mi mama, en cambio, me enseño a arreglar los controles del nintendo.
El cierto! una vez que Ingrid me enseñó a doblar las sábanas al estilo de la guera, de su mamá, yo también lo hago. Es más, creo que el lo único que doblo bien. Ingrid, gracias por transmaitir la enseñanzas de tu mamá!
Abrazos para Sissi e Inga
Lutz
Pareciera que en cada una de las acciones con las que enfrentamos nuestra cotidianidad tenemos "esos pequeños detalles" que denotan la presencia de nuestra madre...
...¿juegas con números? qué haces con ellos?....
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