Otra vez fue día de cambiar la plática cibernética por plática en persona. En estos meses me ha tocado hacerlo en varias ocasiones y habían sido experiencias interesantes. Esta vez no fue la excepción.
Este fin de semana fue un encuentro delicioso, lleno de largas conversaciones y risas, paseos y más plática, rica comida, buena bebida y sesión de fotos.
Lo que me sorprendió fue que la relación se dio más natural de lo que esperaba.